Un delincuente fugado fue detenido ayer al acudir a la Policía Local de Son Servera en busca de una mochila perdida. La Guardia Civil buscaba al sospechoso, de 38 años, desde hacía una semana, cuando supuestamente robó 1.200 euros en un comercio de la zona. Además, pesaba sobre él una orden de ingreso en prisión por un delito anterior. El hombre quedó detenido y fue entregado a los agentes del instituto armado.

El acusado se presentó ayer, pasadas las nueve y cuarto de la mañana, en el cuartel de la Policía Local de Son Servera. El hombre preguntó a los agentes que estaban las oficinas si algún ciudadano les había hecho entrega de una mochila, ya que él había perdido una. El sospechoso es un viejo conocido de los fuerzas de seguridad de la zona, ya que cuenta con varios antecedentes. Los policías aprovecharon su presencia en las oficinas para consultar si tenía alguna causa pendiente. Según creían, podía estar implicado en un robo cometido el pasado 28 de mayo en una heladería de Cala Millor, donde un ladrón se llevó 1.200 euros de la recaudación aprovechando un descuido de las trabajadoras.

La Policía Local de Son Servera realizó entonces varias gestiones. La Guardia Civil confirmó que llevaba varios días buscando al hombre como autor del robo en la heladería, ya que todos los indicios recabados apuntaban a él. Además, el juzgado de lo penal número 8 de Palma había dictado contra él una orden de ingreso en prisión tras una condena por delitos anteriores.

Con estas informaciones, los policías locales de Son Servera detuvieron al acusado apenas diez minutos después de su entrada en el cuartel. El acusado quedó custodiado allí hasta que agentes de la Guardia Civil de Artà se hicieron cargo de él para proseguir con la investigación de los hechos.