La Guardia Civil ha detenido a los dos encargados de un local de Magaluf por estafar unos 40.000 euros a turistas británicos con cargos indebidos en sus tarjetas de crédito. Los sospechosos, de nacionalidad rumana, aprovechaban que las víctimas estaban ebrias para realizar las operaciones. Están acusados de asociación ilícita y un delito continuado de estafa.

La investigación, bautizada como 'Operación Carduri', se inició tras recibir varias denuncias de ciudadanos británicos que, al regresar a su país, descubrían el fraude. La Guardia Civil comprobó que los responsables de un club que ofrece espectáculos eróticos habían utilizado terminales TPV fraudulentos para estafar unos 40.000 euros a turistas, aprovechando su estado de embriaguez o que estaban en los reservados junto a bailarinas. Realizaban cargos incluso por servicios que no habían ofrecido al cliente.

En algunas ocasiones llegaron a cobrar más de 3.000 euros a una sola víctima. Los investigadores averiguaron también que las propias bailarinas, cuando el cliente estaba ebrio, se apropiaban de su tarjeta de crédito y realizaban varios cargos.

Los agentes encargados del caso han identificado a varios perjudicados, la mayoría turistas británicos, que habrían presentado la correspondiente denuncia al regresar a su país y detectar la estafa. No se descartan nuevas detenciones de más implicados por estafas similares en otros clubes regentados por los sospechosos.