Sentimientos entremezclados de sorpresa, estupor e incredulidad se instalaron ayer entre muchos residentes en el barrio palmesano de es Rafal. La detención de Antonio B.F. como presunto autor del brutal crimen de su exsuegro Juan Antonio Florit sobresaltó al vecindario.

La naturalidad con la que Antonio hizo referencia al asesinato también abrumó a su entorno más cercano. "Aquel que sale en el diario que han encontrado muerto en Sencelles es mi exsuegro", apuntó el miércoles en un establecimiento de la zona. Nadie podía sospechar entonces que, horas más tarde, sería detenido por acabar con su vida.

"Estamos alucinando en el barrio. Se le debieron cruzar los cables", indicó una comerciante. La noticia de su detención se propagó con celeridad por todos los rincones de es Rafal. La inmensa mayoría de las personas que le conocían definía a Antonio B.F. como "normal". No obstante, en algunos casos esta concepción del presunto autor del crimen se comenzaba a resquebrajar.

"Se le ha girado la cabeza", recalcó la quiosquera. "Que mantuviera esa naturalidad dos días después del crimen es propio de un psicópata", subrayó. Las muestras de pesar iban dirigidas, sobre todo, a los hijos del presunto asesino -un chico de 15 años fruto de otra relación y la niña de dos años con la hija de la víctima- y hacia sus padres. "Son muy mayores".

La presencia de numerosos agentes de la Guardia Civil de paisano ante su domicilio durante buena parte del jueves, esperando su llegada para detenerle, no había pasado desapercibida. "Al principio, creía que eran ladrones y pensaba que me iban a robar", indicó la dueña de un establecimiento.

La encargada de un supermercado no salió de su asombro al enterarse de que Antonio B.F. había sido detenido por el asesinato de su exsuegro. "Era muy educado, amable y simpático. Jamás lo hubiese pensado. No lo hubiese dicho nunca en mi vida de él. No le creía capaz de hacer eso. Ahora mismo me imagino que va a entrar por la puerta", precisó.