Nadie en Sencelles encontraba ayer explicación a la brutal muerte de Juan Antonio Florit. El hombre, que tenía su domicilio habitual en Palma, no se prodigaba mucho por el pueblo, pero era muy conocido porque la familia es de allí "de toda la vida", como comentaba una vecina. "¿Quién ha podido hacerle esto? Era un muy educado y correcto; no andaba con gente extraña ni metido en líos raros", explicaba el dependiente de un céntrico comercio.

Florit vivía solo y tenía una hija ya mayor. Nació y se crió en Sencelles, donde residen tanto sus padres como sus hermanas, pero desde hace bastantes años tenía fijado su domicilio habitual en Palma. Visitaba el pueblo con frecuencia, pero su círculo de contactos allí era más bien pequeño, reducido prácticamente a sus familiares.

La víctima, Juan Antonio Florit de 57 años, fue hallado muerto en una casa de campo a las afueras de Sencelles.

Juan Antonio Florit no trabajaba desde que a finales de los años 90 sufrió un grave accidente de tráfico. "Una pierna le quedó mal y le dieron la incapacidad. Desde entonces cojeaba un poco", aseguraban en una tienda del centro del pueblo. "Le veíamos una vez al mes más o menos, venía a comprar. Era muy educado y correcto, un diez de persona", abundaban.

El dueño de un bar recordaba verle pasar por la calle con cierta frecuencia. "Siempre saludaba, pero no era mucho de bares", aseguraba. Era un hombre "discreto" y los vecinos de Sencelles consultados no conocían detalles de su vida privada. "Estuvo casado y tuvo una hija, pero ahora no sé si estaba con alguien", explicaba uno de ellos.

Aunque el hallazgo del cadáver se produjo el martes por la noche, no fue hasta ayer por la mañana cuando la noticia del brutal crimen se extendió por el pueblo.

El camino de Son Creixell, donde se encuentra la finca, a un kilómetro de Sencelles. EFE

La violencia utilizada por el asesino provocó mucha inquietud en el pueblo, donde no recordaban ningún suceso similar. Una vecina del camino de Son Creixell, donde fue descubierto el cadáver, se topó con el cordón policial cuando trataba de llegar a su domicilio. "¿Que han matado a un hombre aquí", preguntaba incrédula. "Da mucho miedo pensar que han podido hacerle algo así para robarle", comentaba con inquietud.

La mujer fue de las pocas personas ajenas a la investigación que ayer por la mañana se acercaron al lugar, una zona de campo con un puñado de casas diseminadas y pocos vecinos. La finca donde fue hallado el cadáver es una de las más grandes del paraje, con un extenso jardín que rodea la construcción principal.

Juan Antonio Florit solía acudir a esa casa cada vez que visitaba Sencelles para mantenerla cuidada y algunas noches se quedaba a dormir. Cuando llegaba el buen tiempo, según contaba un conocido suyo, dejaba unos días su piso de la barriada palmesana de es Fortí y se instalaba allí durante una temporada.

Allegados a la víctima, ayer a mediodía, junto a dos guardias civiles a las puertas de la vivienda donde fue hallado el cadáver. ALEX DURAN

Parece ser que Florit llegó por última vez a Sencelles hace unos días y el pasado martes por la noche había quedado con sus hermanas en que iría al domicilio de sus padres, ya ancianos, para hacerse cargo de sus cuidados. Pero el hombre no acudió a la cita y, tras intentar hablar con él por teléfono sin éxito, una de sus hermanas, ya preocupada, se acercó a la finca del camino de Son Creixell y encontró su cadáver sobre un gran charco de sangre.