El acusado del crimen del Secar de la Real confesó ayer ante un jurado popular que mató de dos puñaladas a un joven tras discutir con él a finales de marzo de 2015 en Palma. Juan R.T., español de 46 años, reconoció los hechos durante la primera sesión del juicio en la Audiencia de Palma. Hasta ahora, siempre se había acogido a su derecho a no declarar. Ayer al mediodía, se autoinculpó de un delito de homicidio y se conformó con la petición de condena de diez años de prisión por parte de la fiscalía.

El ministerio público, que inicialmente reclamaba para él una pena de trece años de cárcel por el crimen, y el abogado defensor alcanzaron un acuerdo, por el que se apreciaba la atenuante de alcoholismo. Así, el sospechoso, en el momento de los hechos, tenía afectadas su capacidades intelectiva y volitiva por su grave adicción al alcohol.

Juan R.T. admitió ayer ante el tribunal popular que en la madrugada del pasado 27 de marzo de 2015 mató de dos puñaladas a la víctima, Esteban Gallego Bertoni, de 24 años, en una antigua 'possessió' mallorquina abandonada en la que ambos residían, en la carretera de Establiments, en Palma.

Policías en el lugar del crimen en el Secar de la Real.

El homicida confeso aseguró que ambos habían discutido momentos antes y que esa madrugada había bebido mucho alcohol. Según recordó, esa noche se tomó "una botella de whisky".

El sospechoso confirmó en la vista oral que era adicto al alcohol y que actualmente sigue un tratamiento en la prisión para rehabilitarse. El hombre permanece encarcelado desde la fecha del crimen.

El acusado, que se mostró tranquilo durante su interrogatorio, reconoció que en el transcurso de la discusión con el joven Esteban Gallego le asestó una cuchillada en el tórax, que le provocó que cayera al suelo. Una vez allí, le propinó una segunda puñalada en el cuello, degollándole. Como consecuencia de la brutal agresión, el perjudicado sufrió una herida única de degüello con varias trayectorias y una torácica, que le produjeron un shock hemorrágico y la destrucción de centros vitales cervicales y torácicos. Debido a las fatales lesiones, la víctima murió en el lugar de los hechos.Por la tarde

El entonces jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional señaló que el crimen no se descubrió hasta horas después, por la tarde, cuando la Policía Local de Palma les alertó de que tenían a un hombre detenido por un presunto homicidio.

El acusado espera en el furgón policial a ser conducido a dependencias policiales tras ser detenido.

El cadáver de la víctima fue hallado en el suelo, junto a la casas abandonadas en la que pernoctaban indigentes en el kilómetro 3,4 de la carretera de Establiments o en la calle Joan Mascaró i Fornés, en la zona del Secar de la Real, en Palma. El cuerpo había sido trasladado en un carrito de la compra varios metros, según explicó el investigador, que detectó una gran cantidad de sangre en el lugar.

En el momento de los hechos, el fallecido mantenía una relación sentimental con una mujer y tenía a sus padres y una hermana. La fiscal pide que el homicida indemnice a la pareja del joven con 20.000 euros, otros 20.000 para su hermana y 60.000 para sus progenitores, compensaciones que también aceptó ayer el sospechoso en el primer día de juicio. Hoy por la mañana está previsto que la vista oral prosiga con nuevas declaraciones. Cuando el juicio acabe, el jurado popular tendrá que deliberar y emitir su veredicto, teniendo en cuenta la confesión del sospechoso.