Mallorca no ha sido ajena a accidentes como el que el pasado domingo se cobró la vida de una niña y provocó heridas a otros seis menores en Caldes de Malavella. Un repaso a la hemeroteca permite descubrir dos accidentes similares, aunque sin las trágicas consecuencias de Girona, ocurridos en 2009 en Algaida y en 2013 en Son Ferrer. En total hubo seis niños heridos, algunos de ellos con lesiones graves.

El primero de estos siniestros ocurrió el 8 de noviembre de 2009 en el campo de fútbol de Algaida. Se celebraban unas pruebas de atletismo y el Consell de Mallorca había instalado un castillo hinchable para que los asistentes pudieran dejar a los niños jugando. Había unos quince niños en el castillo cuando una fuerte racha de viento lo hizo salir despedido unos veinte metros. La instalación quedó volcada y los niños cayeron al suelo.

Tres niños, de dos, cinco y nueve años, fueron los que salieron peor parados. El mayor sufrió una fractura en una pierna y su hermano, de cinco años, se golpeó en la cabeza y quedó inconsciente. El más pequeño tenía heridas leves.

En esos primeros momentos se vivieron escenas de tensión, mientras los asistentes a las pruebas atléticas recogían y atendían a los niños que habían salido despedidos. Las dotaciones sanitarias tuvieron que atender a la madre de los dos hermanos, que sufrió una crisis nerviosa.

Un caso similar se repitió el 10 de mayo de 2013 en el campo de fútbol de Son Ferrer, donde se celebraba una fiesta de cumpleaños en la que habían instalado también uno de estos castillos hinchables.

La instalación estaba sujeta con cuerdas, pero una fuerte racha de viento la hizo volcar y tres niños salieron despedidos. Uno de ellos fue a caer sobre un coche que estaba aparcado junto al campo de fútbol, le rompió una luna y los cristales le causaron cortes en la cara. Los otros dos niños presentaban magulladuras, pero no lesiones graves.

De nuevo se dieron situaciones de tensión entre los padres de los niños, ya que en un primer momento se temía que alguno pudiera haber quedado atrapado bajo el castillo volcado. Finalmente se comprobó que no había ningún niño más afectado, aparte de los tres heridos.