Los siete detenidos por el intento de robo de una gran plantación de marihuana y el tiroteo que desencadenó en Maria de la Salut quedaron ayer en libertad por orden judicial. Los sospechosos están imputados por delitos de tentativa de robo con fuerza en casa habitada, resistencia a la autoridad y contra la salud pública. Los seis jóvenes que pretendían sustraer la droga -unas 400 plantas de gran tamaño- negaron en su declaración que su intención fuera traficar con ella y alegaron que era para su propio consumo.

Los acusados, arrestados por agentes de la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) el pasado viernes de madrugada, fueron trasladados ayer por la mañana a los juzgados de Inca para prestar declaración. Los agentes condujeron a los acusados por separado: por un lado los seis presuntos autores del asalto fallido y por otro el dueño de la plantación.

A lo largo de la mañana, todos fueron interrogados por la magistrada del juzgado de instrucción número 3 de Inca, que se encontraba en funciones de guardia. Los jóvenes arrestados por el intento de robo negaron haber actuado de forma violenta y explicaron que su plan era llevarse la marihuana para su propio consumo. Así, rechazaron dedicarse al tráfico de drogas. La juez tomó declaración también a la víctima del asalto, un hombre de mediana edad que tenía unas 400 plantas de marihuana en un sofisticado invernadero instalado en el garaje de su domicilio, en la calle Ponent de Maria, y que ahuyentó a los intrusos a tiros de escopeta.

Todos en libertad

Tras los interrogatorios, que se prolongaron hasta la tarde, la magistrada decretó la puesta en libertad de los siete acusados. Los seis jóvenes están imputados por delitos de robo con fuerza en casa habitada en grado de tentativa, contra la salud pública y resistencia a los agentes de la autoridad, por enfrentarse a los policías que los persiguieron durante tres kilómetros hasta poder interceptarlos. El dueño de la plantación, por su parte, está acusado de un delito contra la salud pública.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes, hacia las dos de la madrugada, cuando los seis jóvenes llegaron al domicilio donde estaba la plantación, vigilada por cámaras de seguridad, en una gran furgoneta para poder llevarse la marihuana. Llevaban pasamontañas, una pistola eléctrica, una navaja y esposas. El morador de la vivienda detectó su presencia y consiguió echarlos tras disparar varias veces con una escopeta de caza.

Los agentes de la Policía Nacional y el SVA, que estaban vigilando en ese momento el lugar por sus pesquisas anteriores, persiguieron a los fugitivos, que se enfrentaron a ellos. Dos funcionarios resultaron heridos y precisaron asistencia sanitaria, según fuentes de la investigación.