Guillem Mascaró, el hombre que estaba con Francesc Gràcia en el momento en el que quedó atrapado dentro de la Cova de sa Piqueta, apuntaba ayer a un incidente técnico como origen del suceso. "El problema estuvo en una guía no revisada, y fue cuando todo se removió", explicó sobre las circunstancias en las que Gràcia quedó atrapado dentro de la cueva. "Entonces fue cuando hicimos juntos un croquis para que yo pudiera salir por otra ruta", relató.

"Estaba convencido de que estaría vivo y así ha sido. No tenía dudas, Xisco solo hay uno", afirmó el compañero de Francesc Gràcia, tras conocerse que había sido hallado en buen estado. Según detalló, "lo han encontrado muy lúcido e incluso era él quien daba ánimos".

Las indicaciones de Mascaró resultaron determinantes para culminar con éxito el operativo de rescate. Él y Gràcia se adentraron el sábado en sa Piqueta para topografiarla. Fuentes de los servicios de emergencias explicaron que en plena inmersión, Gràcia descubrió que no tenía suficiente oxígeno para regresar debido a una avería en una de sus botella, se lo hizo saber a Mascaró y le indició que aguardaría en una cavidad cercana mientras él iba en busca de ayuda.

El operativo para rescatarlo se inició el mismo sábado por la noche. Los buzos de la Guardia Civil apenas pudieron avanzar en sus primeras inmersiones, porque el agua estaba muy turbia. Tras un intento fallido el domingo, cuando solo pudieron recorrer cien metros, se intentó abrir un agujero desde la superficie hasta el punto en el que se encontraba Gràcia. También este método fracasó, pese a que se perforaron 37 metros, por lo que se optó por realizar una nueva inmersión que acabó resultando definitiva para encontrar a Gràcia sano y salvo.