La llovizna matinal y la cera de los cirios de las procesiones de Semana Santa convirtieron ayer el asfalto de las avenidas de Palma en una suerte de pista de patinaje. Un conductor novel, con la L colocada en la parte posterior de su vehículo, perdió el control del coche, se subió a la acera y atropelló a cinco peatones, que acertaron a pasar en ese instante por el lugar, antes de estrellarse contra el edificio de Caixabank, junto a la Plaza de España. Los transeúntes, tres hombres y dos mujeres, resultaron heridos, uno de ellos de carácter grave.

El aparatoso accidente ocurrió sobre las 9.55 horas en la avenida de Alexandre Rosselló de Palma. Un Seat Toledo circulaba en esos momentos en las proximidades de la Plaza de España cuando, de repente, perdió el control de su vehículo y se adentró en la acera. El coche arrolló a cinco personas -un joven residente de 20 años y dos parejas gallegas de edad avanzada, que estaban de turismo- antes de estrellarse contra la sede de CaixaBank.

El origen magrebí del joven que iba al volante, unido a los últimos atentados yihadista con atropellos múltiples, desató la psicosis de que podrían encontrarse ante un posible ataque terrorista.

Un dispositivo especial se activó de inmediato para atender a los heridos e investigar el origen del accidente. Efectivos de la Policía Local y la Policía Nacional se movilizaron de inmediato. También acudieron numerosas ambulancias del Ib-salut para atender a los heridos.

El conductor del coche se apeó del vehículo y permaneció en el lugar cariacontecido. Agentes de la Policía Nacional realizaron gestiones para identificar al joven que iba al volante y si pudiera tener alguna vinculación yihadista. Finalmente la hipótesis del atentado quedó descartada por completo, se trataba de un joven marroquí residente en Palma desde hace años sin relación alguna con terroristas. La conclusión que se extrajo fue que se trató de un infortunado accidente de tráfico en las avenidas de Palma. Así lo resaltó la Policía en su cuenta oficial de Twitter.

Por su parte, los agentes de la Policía Local de Palma realizaron la prueba de alcoholemia al conductor del Seat Toledo, que fue negativa. En el cuartel de Sant Ferran también le hicieron el test de drogas al joven que iba al volante y que arrojó un idéntico resultado y quedó en libertad.

Entre los afectados, Un joven de 20 años residente en Palma resultó el herido más grave. El atropello le provocó una fractura abierta de fémur, que le podría haber afectado a la femoral, ya que sangraba abundantemente y había quedado debajo del vehículo. Una vez estabilizado, fue conducido hasta la Clínica Juaneda. Por su parte, las dos parejas de turistas gallegos fueron conducidas también a dos clínicas, aunque las lesiones que les había causado el atropello revestían menor gravedad.

"Chirrido de frenazo"

"Escuchamos un chirrido grande de frenazo. Al salir vimos que había varios heridos y el coche estrellado en el banco", explicó ayer Luis Alberto, encargado de un salón de juegos situado junto a la entidad bancaria.

Mientras, Elena, empleada de una autoescuela cercana afirmó que "oí gritos en la calle. Cuando salí, vi a dos hombres tirados en el suelo". "Los otros estaban detrás y un chico había quedado debajo. Chispeaba, el suelo estaba mojado y estaba muy cerca del lugar de las procesiones", explicó.