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Tribunales

Condenada por estafar más de 11.000 euros a un anciano ciego al que cuidaba en Palma

La asistenta confesó los hechos en Vía Alemania y aceptó un año y nueve meses de prisión

La vista oral se celebró la semana pasada en los juzgados de Vía Alemania, en Palma. b. ramon

Un juzgado de Palma ha condenado a un año y nueve meses de cárcel a una cuidadora de un anciano ciego por haberle estafado a lo largo de un año y haberse quedado más de 11.000 euros tras realizar múltiples reintegros con su tarjeta del banco sin su consentimiento en la ciudad entre 2015 y 2016.

La asistenta acusada, una mujer española de mediana edad, confesó los hechos hace una semana en la sede de Vía Alemania. La fiscalía solicitaba para ella en un principio una pena de dos años y diez meses de prisión al apreciar la circunstancia agravante de abuso de confianza, ya que la trabajadora se aprovechó de su situación y de la relación profesional que tenía con el invidente, de 80 años, quien confiaba plenamente en ella. Al final, el ministerio público rebajó su petición de condena y la sospechosa se mostró conforme.

Tras reconocer los hechos, la magistrada del juzgado de lo penal número 2 de Palma dictó sentencia 'in voce' contra la cuidadora y le impuso un año y nueve meses de cárcel como autora responsable de un delito continuado de estafa.

En concepto de responsabilidad civil, la juez fijó una indemnización de 11.350 euros, que es la cantidad que defraudó la mujer durante casi un año al anciano que cuidaba y que ahora tendrá que devolverle, según detalla el fallo. La sentencia es firme ya que las partes implicadas en el proceso judicial anunciaron que no iban a interponer ningún recurso a la resolución.

Los hechos enjuiciados se remontan a mediados de 2015 y se prolongaron a lo largo de diez meses. Según la versión de la acusación pública, que fue asumida por la defensa y por la propia encausada, entre julio de 2015 y mayo de 2016, la sospechosa trabajaba como cuidadora y ejercía labores de asistencia a un anciano aquejado de una discapacidad visual. La mujer, que carece de antecedentes penales, se encargaba de cuidar al hombre, de 80 años y que es ciego, en su domicilio en Palma.

Durante ese periodo de tiempo, la acusada se aprovechó de que tenía total acceso a la tarjeta del banco del perjudicado. La mujer conocía la contraseña, el número PIN, de la tarjeta ya que el propio afectado le había informado de cuál era el número secreto debido a la relación de absoluta confianza que existía entre ambos y también con la familia de la víctima.

La cuidadora se prevalió de estas circunstancias para estafar al anciano durante varios meses. Así, a lo largo de casi un año, la asistenta efectuó múltiples extracciones de dinero con la tarjeta bancaria del perjudicado sin que este se percatara.

La fiscalía detalla en su escrito de acusación que el octogenario invidente no tenía conocimiento de los sucesivos reintegros y tampoco había autorizado a la sospechosa para que sacara dinero por su cuenta.

La cuidadora le engañó y entre julio de 2015 y mayo de 2016 consiguió hacerse con 11.350 euros de la cuenta bancaria del hombre. Ahora, la cantidad defraudada tendrá que devolvérsela al anciano, según la sentencia dictada por estafa continuada.

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