Fuentes de la Policía Nacional informaron ayer sobre los resultados de la investigación desarrollada por agentes del Distrito Centro. Los investigadores habían detectado que desde el último año y medio se había producido un enorme incremento en el número de atracos violentos en las calles del centro de la ciudad. De los testimonios de las víctimas se desprendía que los autores eran chicos jóvenes, que iban en grupos de cinco o seis personas. Rodeaban a las víctimas, las intimidaban y las obligaban a entregarles teléfonos móviles, dinero o los objetos de valor que portaban.

Las víctimas de los asaltos solían ser también jóvenes, de entre 15 y 20 años. La Policía explicó que en la mayoría de los casos les bastaba rodearles e intimidarles para conseguir que les entregaran todo lo que llevaban. Pero cuando alguna persona oponía resistencia no dudaban en agredirla. En alguna ocasión llegaron a utilizar un revólver para amedrentar a la víctima.

Una larga investigación policial ha permitido identificar a 23 menores, de entre 15 y 17 años, y tres adultos, como presuntos autores de la oleada de robos. La Policía no considera que actuasen como un grupo organizado. Los jóvenes se conocían porque la mayoría de ellos están ingresados en centros de internamiento por delitos anteriores. Cuando salían de permiso los fines de semana se agrupaban en pandillas y cometían los robos.

Los agentes averiguaron que los jóvenes vendían los efectos sustraídos a un ciudadano africano que tenía una vivienda ocupada ilegalmente en Son Gotleu. Cuando realizaron un registro con autorización judicial en este domicilio encontraron una gran cantidad de objetos supuestamente robados, como teléfonos móviles, joyas y aparatos electrónicos, así como 110 gramos de cocaína.El hombre fue detenido como presunto receptador del botín de los robos.

La Policía Nacional imputa a los jóvenes detenidos un total de 41 robos con violencia en la calle -tanto atracos como tirones-, 29 robos en el interior de coches, tres robos con fuerza en domicilio y un robo con violencia en casa habitada.

De los 29 robos en coches que les imputan, 28 los cometieron en una misma noche y en el mismo lugar, la calle Joan Coll de Palma. Un grupo de estos jóvenes recorrió la calle forzando todos los vehículos que había estacionados en busca de objetos de valor.

A uno de los chicos detenidos se le intervino un revólver simulado y una navaja, que presuntamente fueron utilizados en alguno de los asaltos.