El joven acusado de cometer una oleada de robos y atracos tras huir de prisión estuvo a punto atropellar a un policía que lo descubrió en Son Banya. Al sospechoso, de 29 años, detenido el miércoles tras una espectacular persecución desde Esporles a Palma, se le imputan cinco robos, dos de ellos a punta de cuchillo, y otros seis delitos desde que a principios de año no regresó al centro penitenciario aprovechando el tercer grado. El hombre llevaba en el coche cuando fue arrestado un kilo y medio de marihuana y varias armas y herramientas. Ayer por la tarde el juez de guardia ordenó su ingreso en la cárcel.

Josep M.M. había pasado varios años en prisión por sus amplios antecedentes, que se remontan a su adolescencia. En enero accedió al tercer grado penitenciario, que le permitía salir de la cárcel por la mañana y regresar por la noche. Pero un día no regresó y un juzgado lo puso en busca y captura.

El prófugo no tardó en volver a delinquir, según las investigaciones de la Policía Nacional y la Guardia Civil. A principios de febrero supuestamente se adueñó de un ordenador y un equipo informático del domicilio de un familiar suyo. En las semanas siguientes habría cometido otros dos robos con fuerza, en Palma y Santa Maria.

Las fuerzas de seguridad intensificaron su búsqueda ante las sospechas de que estaba detrás de dos atracos a punta de cuchillo cometidos con apenas cinco días de diferencia. En la tarde del 6 de marzo entró en una panadería de Pòrtol, en Marratxí, y tras pedir varias consumiciones sacó un gran cuchillo y amenazó a una trabajadora para que le diera la recaudación. Logró llevarse unos 400 euros. Esa misma semana, el día 11, cometió un robo similar en otra panadería, en la calle Joan Crespí de Palma, logrando un botín muy similar.

Su fotografía y descripción fue difundida a los agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y las policías locales de Mallorca para conseguir dar con él. Un policía lo encontró, a bordo de un coche, en las inmediaciones del poblado de Son Banya. Le dio el alto, pero el fugitivo aceleró y trató de atropellar al agente, que se vio obligado a apartarse para no ser arrollado.

Su fuga acabó el pasado miércoles tras una espectacular persecución a lo largo de más de diez kilómetros que se prolongó durante media hora. Una patrulla de la Policía Local de Bunyola se topó con él en el municipio y empezó a seguirlo discretamente, mientras daba aviso a la Policía Nacional. El sospechoso circuló hasta Esporles, donde se dio cuenta de que lo seguían y aceleró. Numerosos agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil se sumaron a la persecución y lograron capturarlo en el Parc Bit. Llevaba en el coche un cuchillo, un hacha, varias herramientas y un kilo y medio de cogollos de marihuana.

Por todos estos hechos está acusado de dos delitos de robo con intimidación, tres de robo con fuerza, contra la seguridad vial, atentado a agente de la autoridad, reclamación judicial, apropiación indebida y desobediencia grave. Tras ser interrogado por la Policía en comisaría, el joven fue trasladado ayer a Vía Alemania y puesto a disposición del juzgado de instrucción número 1 de Palma, que decretó prisión para él.