Un preso fugado que estaba siendo buscado por al menos cinco robos y atracos fue detenido ayer, en un gran operativo de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Local de Bunyola, tras una larga persecución de más de diez kilómetros desde Esporles al Parc Bit. El sospechoso, de 29 años, estaba en busca y captura por no regresar al centro penitenciario y cometer varios asaltos durante las últimas semanas en diversas localidades de la isla.

El acusado llevaba varios años preso y recientemente había accedido al tercer grado, que solo le obligaba a regresar a la cárcel a dormir. El joven aprovechó esta situación para huir. Desde entonces, según las pesquisas de la Policía Nacional y la Guardia Civil, habría cometido al menos cinco robos, algunos con fuerza y otros con intimidación.

Poco antes del mediodía de ayer, una patrulla de la Policía Local de Bunyola dio con él. Los agentes habían sido advertidos de que podía acudir a la localidad porque un familiar suyo reside allí. Los policías empezaron a seguir el vehículo en el que circulaba el acusado mientras daba aviso al resto de fuerzas de seguridad. El acusado se dirigió a s´Esgleieta y desde allí hasta Esporles, donde descubrió que la patrulla iba tras él, aceleró y emprendió la huida a gran velocidad.

El hombre puso rumbo a Palma. Varias dotaciones de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y de la Unidad Motorizada, vehículos camuflados y agentes del grupo de Atracos de la Policía Nacional y patrullas de la Guardia Civil se unieron a la persecución. Mientras algunos agentes iban tras él, otros se apostaban en las rotondas y las vías por las que podían escapar para conseguir interceptarlo. Los policías extremaron las precauciones, ya que el joven había intentado atropellar a un funcionario hace algunos años tras otra persecución.

Finalmente, el sospechoso se adentró en el Parc Bit ,que acabó convirtiéndose en un callejón sin salida para él. Los agentes consiguieron cortarle el paso y el hombre acabó siendo capturado. Tras su detención, fue trasladado a dependencias policiales para ser interrogado.

La Policía Nacional le considera autor de tres robos, tanto con fuerza como con violencia e intimidación, cometidos desde que huyó de prisión, mientras la Guardia Civil le imputa al menos otros dos asaltos en su demarcación. Además, sobre él pesa una acusación de quebrantamiento de condena por no haber regresado al centro penitenciario.