El preso, un marroquí considerado conflictivo y peligroso, se atrincheró en su celda del módulo de Enfermería de la prisión de Palma el pasado sábado por la mañana, y llamó por el interfono a los funcionarios: "Subid a por mí, que os estoy esperando para llevarme a quien pueda por delante". Cuatro trabajadores de la prisión, con los escudos reglamentarios, fueron a la celda e intentaron tranquilizarle. El interno les arrojó un televisor y les atacó con puñetazos y patadas. Los cuatro funcionarios resultaron heridos antes de lograr reducirle. El sindicato CSIF ha criticado la falta de personal en el centro penitenciario de Palma y las carencias de medidas de seguridad para hacer frente a situaciones como esta, al tiempo que recalca que en el último año se han triplicado las agresiones a los funcionarios.

El último incidente, según relatan fuentes del sindicato, ocurrió a las once y media de la mañana del sábado, en el Departamento de Enfermería del centro penitenciario. El interno, un marroquí considerado preso de primer grado, conflictivo y peligroso, llama por el interfono e invita a los funcionarios a que suban a por él. Dice que está preparado y esperándolos para llevarse por delante a quien pueda.

Los funcionarios ven que el hombre está muy alterado y agresivo, así que intentan calmarle. Cuando suben a su celda comprueban que ha tirado todas sus pertenencias al suelo y ha colocado su colchón como barricada. Informan al jefe de Servicios, que acude al módulo con oros funcionarios. Cuatro de ellos, protegidos por los preceptivos escudos, entraron en la celda para reducirle. El interno les arrojó un televisor contra las piernas y les atacó con puñetazos y patadas.

El hombre fue finalmente reducido, pero para entonces los cuatro funcionarios habían resultado heridos: eritemas en cuellos y piernas, un edema en una oreja, erosiones en las piernas, y uno de ellos con una herida en la nariz que sangraba profusamente. todos ellos fueron atendidos en la enfermería de la prisión y dos de ellos fueron derivados a un hospital.

No es el primer incidente parecido que protagoniza este interno. El pasado verano, poco tiempo después de ser trasladado a Palma, le pegó fuego a su celda, lo que provocó una gran humareda en los pasillos y obligó a desalojar al resto de presos.

Desde el sindicato CSIF han criticado la falta de medios que sufre la prisión de Palma para hacer frente a internos conflictivos como este. Según explican las fuentes, un interno de estas características, violento y conflictivo, debería estar en el módulo de aislamiento. Sin embargo, al haber protagonizado intentos de autolesionarse, se le ha aplicado el protocolo de prevención de suicidio y se le ha instalado en el Departamento de Enfermería, y duerme junto a un preso de confianza, encargado de controlarle.

Las fuentes sindicales ponen de manifiesto que la cárcel de Palma carece de un departamento adecuado para internos peligrosos y que al mismo tiempo requieren medidas para evitar que se autolesionen. Por eso estaba en Enfermería.

Las fuentes también explican que lo habitual en las prisiones de la península es que un interno que provoca uno de estos incidentes sea inmediatamente cambiado de centro. Sin embargo, esta medida no se aplica en el de Palma. Los presos conflictivos tardan meses en ser trasladados.

El CSIF critica también la "acuciante falta de personal" del centro penitenciario de Palma, donde en la actualidad trabajan unos quinientos funcionarios. Las fuentes apuntan que serían necesarios incremento de entre un quince y un veinte por ciento de la plantilla para trabajar en condiciones óptimas.