La Policía Nacional detuvo ayer por la mañana a dos hombres como presuntos autores de la agresión que sufrió un oficial del Ejército de Tierra el pasado viernes en el paseo del Born. La víctima recibió patadas y puñetazos sin motivo aparente, y los agentes tratan ahora de aclarar los motivos del ataque. Los dos sospechosos están acusados de un delito de lesiones y fueron trasladados a comisaría para ser interrogados sobre lo ocurrido. En las próximas horas serán puestos a disposición judicial.

Los hechos ocurrieron el viernes, sobre las nueve de la mañana, ante una quincena de testigos. La víctima, un comandante del Ejército de Tierra de 50 años destinado en la Comandancia General, en el Palacio de la Almudaina, estaba en una entidad bancaria, vestido de uniforme, cuando dos hombres empezaron a hacerle fotos. Cuando el militar les preguntó qué hacían, se burlaron de él. Ya en la calle, el afectado les anunció que iba a llamar a la Policía y trató de impedir que se fueran.

Los dos hombres le propinaron entonces varios puñetazos, y aunque el militar se defendió del ataque, finalmente acabó cayendo al suelo, donde recibió varias patadas. Los agresores huyeron y la víctima fue tras ellos y, mientras contactaba con la Policía Nacional para explicar lo ocurrido, pudo ver cómo entraban en un edificio cercano.

La víctima fue atendida en un centro médico de las contusiones sufridas. Los facultativos que lo atendieron descartaron que tuviera lesiones graves. El militar acudió después a una comisaría y presentó una denuncia.

La Policía Nacional puso en marcha una investigación para localizar a los autores de la agresión. Las pesquisas dieron sus frutos ayer por la mañana, cuando los agentes arrestaron a los dos hombres que supuestamente habían golpeado al comandante. Ambos fueron trasladados a dependencias policiales, acusados de un delito de lesiones. Estaba previsto que fueran interrogados a lo largo del día y puestos después a disposición del juez de guardia.

La Policía intenta aclarar ahora los motivos de la agresión. Parece ser que los dos acusados estaban ebrios cuando increparon y golpearon al militar, al que llamaron "fascista" cuanto trataba de retenerlos tras sorprenderlos haciéndole fotos.