La Audiencia de Palma ha juzgado hoy a dos hombres por romper dos dientes a otro tras agredirle en una discoteca en Eivissa en el verano de 2014. La fiscalía solicita para uno de los sospechosos una pena de cuatro años y ocho meses de prisión por un delito de lesiones graves con la circunstancia agravante de reincidencia, mientras que para el segundo acusado reclama cuatro años de cárcel. En concepto de responsabilidad civil, el ministerio público pide una indemnización de cerca de 15.000 euros por las heridas y las secuelas causadas.

Los hechos enjuiciados se remontan a la madrugada del pasado 12 de julio de 2014 en un pub situado en el pasaje Gran Jardín en Eivissa cuando uno de los encausados supuestamente propinó un puñetazo en la nariz a la víctima en la zona de los baños. Acto seguido, a la salida de los servicios, el otro sospechoso presuntamente le pegó otro puñetazo en la boca. Como consecuencia de los golpes, le rompieron la nariz y dos piezas dentales. El perjudicado precisó asistencia médica y tratamiento facultativo.

Uno de los acusados, de origen ecuatoriano, ha negado hoy ante el tribunal de la sección segunda haber agredido a la víctima. "No tengo ni idea de quién le pegó. Yo le vi en el baño sentado, agachado, sangrando. Al salir, se lo dije al dueño de la discoteca", ha manifestado a través de videoconferencia. El sospechoso ha explicado que no conocía de nada a la víctima y que vio en el local al otro encausado, que estaba con su novia. "Yo no le agredí", ha insistido, al tiempo que ha reconocido que esa noche "había bebido bastante aguardiente".

El segundo implicado, natural de Colombia, ha admitido que esa madrugada estuvo en la discoteca, pero que no recordaba nada porque había ingerido mucho alcohol. "Yo estaba en la barra, luego me detuvieron. No recuerdo haberle pegado. Tengo poca noción de lo que ocurrió esa noche porque había bebido mucho. El bar estaba lleno de gente", ha relatado.

La víctima ha recordado que entró en el baño del pub y dos personas discutían. Una de ellas le hizo gestos y la otra le "arreó un puñetazo en la nariz". Entonces, cayó al suelo. Seguidamente, al salir de los aseos, "el otro me pegó también en la boca", ha añadido. Según su versión, tras los golpes perdió el sentido y, cuando despertó, ya se encontraba en la ambulancia. El perjudicado ha confirmado que en comisaría identificó a los sospechosos sin dudar y hoy en el juicio se ha ratificado y ha recalcado que estaba seguro de que eran ellos. Sin embargo, luego se ha mostrado dubitativo y no ha recordado que en un primer momento identificó por error a otro joven que llevaba la camiseta manchada de sangre. El hombre ha detallado que perdió dos dientes tras ser golpeado y que por ello reclamaba ser indemnizado.

Varios testigos han confirmado que los dos acusados se encontraban en la discoteca esa noche, pero no vieron lo que ocurrió en los baños. Los abogados defensores han pedido la libre absolución de sus representados al considerar que no había prueba de cargo suficiente y que la declaración del perjudicado estaba plagada de dudas. Uno de los sospechosos en el turno de la última palabra ha indicado que él no era violento y ha agregado: "Si lo he hecho, estoy arrepentido". El caso ha quedado visto para sentencia hoy a las dos del mediodía.