La fiscal ha mantenido hoy su petición de condena de 16 años y medio de prisión para un hombre por maltratar en varias ocasiones y violar a su pareja en el domicilio conyugal en Inca a mediados de 2015. La letrada de la acusación particular tampoco ha variado su solicitud inicial de 20 años de cárcel, mientras que el abogado defensor solo ha reconocido uno de los hechos que se le imputaban a su cliente, ocurrido el 15 de mayo de 2015, por lo que ha propuesto una condena de un año de prisión por los delitos de amenazas y lesiones.

El procesado, de 40 años y que permanece encarcelado de forma provisional por esta causa, no ha dicho nada en el turno de la última palabra durante la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Palma. "No quiero decir nada", ha manifestado con gesto contrariado. El caso ha quedado visto para sentencia hoy al mediodía. Ayer, el sospechoso se acogió a su derecho a guardar silencio ante el tribunal de la sección segunda. Mientras, la víctima confirmó los reiterados episodios de violencia machista que sufrió durante la primera quincena de mayo de 2015 y también acusó a su excompañero sentimental de haberla violado en casa, tras atarle las manos con un cable eléctrico para que ella no le arañara y no se resistiera.

El hombre está acusado de cuatro delitos de malos tratos, lesiones, amenazas y agresión sexual. La fiscal en sus informes ha destacado que las pruebas contra él son contundentes. Una vecina explicó en la vista oral que cada día escuchaba gritos y ruidos en el domicilio de la pareja en Inca. También recordó frases humillantes y amenazantes por parte del sospechoso. "Él era una persona absolutamente agresiva", ha indicado la acusación pública. Para la fiscalía, la perjudicada siempre ha mantenido los mismos hechos, la misma versión. Según su tesis, ella es el prototipo de mujer maltratada.

Por su parte, la acusación particular ha señalado que el relato de la víctima es verosímil y siempre ha sido el mismo desde el primer momento. En cambio, el abogado defensor ha apuntado que ella no es creíble y que tampoco existe una corroboración periférica de los hechos denunciados. El letrado ha resaltado que la mujer padece un trastorno límite de la personalidad, pero un psicólogo forense hoy ha matizado que ella no tenía ninguna dificultad para manejarse en su vida cotidiana y que presentaba síntomas de haber sido maltratada. "No hay que olvidar la situación de malos tratos que ella ha vivido", ha indicado hoy el perito.