Borja Rupérez, quien estuvo durante un mes al frente de la televisión autonómica balear, IB3, se ha declarado esta mañana culpable del asalto que sufrió en 2013 en su domicilio de León la abuela de su mujer y ha aceptado la pena de dos años de prisión, pena que le será suspendida si no vuelve a deliquir, por lo que finalmente no tendrá que ir a la cárceñl. Los otros cuatro acusados, entre los que estaban la mujer de Rupérez, un amigo y los autores materiales del atraco, aceptaron la misma condena.

Según informa el diario ileón.com, el juicio se ha celebrado este lunes en un juzgado de León. Los cinco acusados han alcanzado un acuerdo con la fiscalía mediante el que reconocieron las acusaciones, se declararon culpables y aceptaron la pena, a cambio de una sensible rebaja de las condenas. El fiscal solicitaba inicialmente seis años de prisión para Rupérez, que ha quedado reducida a dos, lo que le permite eludir la cárcel.

El asalto, perpetrado en 2013, está presumiblemente vinculado con la disputa de la familia de la mujer de Rupérez por la herencia de su abuelo, un empresario millonario. Según el relato del fiscal, reconcido por por acusados, Rupérez, su esposa y un amigo planearon el atraco en la casa de la abuela de la mujer, para lo que contrataron a dos hombres, que irrumpieron armados y encapuchados en la vivienda. Los ladrones ataron a la anciana y la amenazaron para que les abriera la caja fuerte. De esta manera lograron un botín de unos 5.000 euros. Rupérez, la mujer y el amigo esperaban en un coche en el exterior mientras cometían el asalto.

Borja Rupérez fue nombrado en octubre de 2011 gerente de IB3 por el Govern de José Ramón Bauzá, y fue destituido apenas un mes después, tras frustrarse la venta de una vinoteca de Bauzá.