Una joven llama desesperada al domicilio de una anciana para pedirle ayuda. Le explica que ha sufrido una avería en el coche y le pide agua para solventarla. Consigue así entrar en la vivienda y deja la puerta abierta, por donde un compinche se cuela para desvalijarla. La pareja de ladrones muestra especial predilección por las joyas y cuando la víctima descubre lo ocurrido han conseguido ya huir del lugar.

Este es el modus operandi de una pareja que en las últimas semanas ha actuado al menos dos veces en Palma. La Policía mantiene abierta una investigación para identificarlos y detenerlos tras recibir las denuncias y pide que se extreme la precaución ante las visitas de desconocidos.

El último robo conocido de estos delincuentes tuvo lugar el pasdo lunes en la zona del Coll d'en Rabassa. Una chica llamó, hacia las cinco y media de la tarde, al timbre de la vivienda de una mujer de casi 80 años. La joven le rogó que la ayudara porque su coche había sufrido una avería y le pidió agua para tratar de solventarla.

Con esta treta, la mujer consiguió ganarse la confianza de la anciana y que la dejara entrar en su domicilio. Cuando lo hizo, dejó la puerta entreabierta y consiguió llevarse a la moradora a una estancia apartada, donde la entretuvo durante aproximadamente un cuarto de hora.

Mientras tanto, un compinche se coló en el domicilio a hurtadillas y buscó el joyero. El instruso se apoderó de numerosas alhajas, entre ellas algunas con perlas y diamantes, y se marchó con el mismo sigilo con el que el había entrado. Poco después, la joven también se fue, dando las gracias a la anciana por su ayuda.

La víctima no descubrió lo sucedido hasta bastante tiempo después. La mujer presentó una denuncia ante la Policía Nacional. No pudo precisar el valor exacto de las joyas robadas, pero las primeras estimaciones apuntan a varios miles de euros. Además, algunas de las piezas tienen un gran valor sentimental por ser heredadas de sus antepasados.

La Policía ya recibió a finales de enero una denuncia por hechos similares ocurridos en Palma. Los investigadores están analizando las denuncias y tratan de encontrar alguna pista que les permita identificar a los delincuentes.

El método utilizado por estos ladrones no es nuevo. En 2013, la Policía detuvo en Palma a una joven de 31 años que llamaba a domicilios de ancianos simulando una indisposición y asegurando que estaba embarazada. Así, pedía permiso para ir al baño y, una vez dentro, sustraía joyas. Esta acusada logró adueñarse de varias alhajas valoradas en casi 4.000 euros en dos viviendas de personas mayores.