Un agente de la Policía Local de Palma acababa de terminar su jornada el domingo cuando vio cómo un motorista le pasó al lado y se saltó varios semáforos en rojo. El policía le siguió de cerca con su motocicleta y observó cómo el sujeto hacía zigzag. Al llegar a su altura en la avenida Gabriel Alomar, el agente le enseñó la placa. El policía se percató de que el otro motorista estaba ebrio y le conminó a que esperara la llegada de una patrulla. El sujeto abrió gas y tiró al agente al suelo. Este se levantó y le esposó. Tras dar 0,96 fue detenido por atentado y por circular ebrio.