Un centenar de guardias civiles se desplegaron el jueves en las instalaciones del Puerto de Barcelona, en una nueva fase de la operación Pika, que investiga los supuestos cobros de comisiones de un 3% por parte de dirigentes de la antigua Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) a cambio de adjudicaciones de obras públicas. En la intervención se realizaron 25 registros y hubo quince detenidos, entre ellos el director del Puerto de Barcelona, un exteniente de alcalde de la ciudad, y el exresponsable de los servicios jurídicos de CDC. O sea, caza mayor en toda regla El operativo se desarrolló bajo la supervisión del fiscal anticorrupción Fernando Bermejo. ¿Y quién estaba a su lado, dirigiendo el trabajo de los investigadores? El comandante de la Guardia Civil Francisco Martínez, un viejo conocido en Balears que está a punto de regresar a las islas. Durante la década que pasó destinado aquí dirigió investigaciones tan importantes como la operación Kabul, que se llevó por delante al clan de La Paca, en Son Banya. En 2013 fue nombrado jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Tarragona, pero antes de marcharse dirigió el registro en el cuartel de Sant Ferran y las investigaciones que pusieron de manifiesto las irregularidades en el cuerpo... con todo lo que ha salido de ahí.
Martínez se reincorporará en breve a la Comandancia de Palma, donde está previsto que dirija dos de las unidades más importantes: Policía Judicial e Información. Pero antes de dejar Cataluña parece dedicidido a despedirse a lo grande.
Un narco muy incauto
La calle Migjorn de sa Pobla se ha convertido en el epicentro de la espectacular redada antidroga de la Guardia Civil en la 'Operación Tiliuin'. Ya el pasado 10 de enero fueron desmantelados allí dos puntos de venta. Las detenciones contaron ya entonces con el aplauso vecinal, hastiados de la venta de droga a escasos metros de sus casas. Pese a esta circunstancia, un narcotraficante no tuvo reparos en seguir vendiendo droga en dicha calle. El incauto 'camello' no contó con que en la segunda fase de la operación, desplegada el pasado martes, sería uno de los primeros en caer.
Patadas "sin hacer daño"
Agentes de la Policía Local de Palma detuvieron hace unos días a un hombre por malos tratos a su pareja, embarazada de cuatro meses, en su domicilio del Camí Vell de Bunyola. Cuando la mujer se agachó a recoger la basura, que había esparcido el gato de la bolsa, el sujeto le propinó una patada que le hizo caer al suelo. La víctima denunció los hechos y una patrulla se personó en la vivienda. El individuo no tuvo reparos en reconocer que le había dado una patada a la víctima "sin hacerle daño", se excusó. Por supuesto, fue arrestado de inmediato.
Psicosis por los revisores
El pasado lunes cundió la alarma en Sineu cuando tres personas, al parecer revisores, iban recorriendo las casas del municipio al mediodía. Una vecina de edad avanzada fue desvalijada a esas horas en su domicilio por unos sospechosos que le hicieron creer que se tenía que quitar las joyas que llevaba encima para poder realizar una prueba en la instalación. Al final, los intrusos le sustrajeron unas pulseras y un colgante de oro. La noticia del robo corrió como la pólvora y coincidió con la visita de unos comerciales de una compañía eléctrica en el pueblo. Además, horas antes, de madrugada unos ladrones se habían colado en el colegio y en el bar de la piscina. La Policía Local de Sineu se movilizó e identificó a los empleados que iban casa por casa y que tenían todo en regla. No halló ni rastro de las joyas robadas y la víctima no pudo reconocerlos, por lo que no hubo ninguna detención.
