Un joven se conformó ayer en la Audiencia de Palma con una pena de dos años de cárcel por mantener relaciones sexuales completas de forma regular con su novia cuando esta tenía 14 años a finales de 2015 en una localidad a las afueras de la ciudad. El acusado, que ahora tiene 19 años, se declaró autor de un delito de abuso sexual y también de otro de maltrato, ya que marcó a la adolescente con pequeños mordiscos en un brazo, mejilla y una mama.

Además de los dos años de prisión, el sospechoso, que carece de antecedentes penales, aceptó otra pena de 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad, así como la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima durante un periodo de cuatro años y la privación del derecho para la tenencia y porte de armas por tres años.

El fiscal, la acusación particular y la defensa alcanzaron ayer un acuerdo ante el tribunal de la sección segunda. El ministerio público reclamaba en un principio una condena de cinco años de cárcel para el muchacho, si bien ayer rebajó las penas. El acusado, al final, se mostró conforme.

El fiscal no se opuso a la suspensión de la condena del muchacho por un plazo de tres años y con la condición de que participe en un curso formativo sobre violencia de género. Las partes estuvieron de acuerdo y el encausado también.

Los hechos ocurrieron en un municipio a las afueras de Palma al menos desde el 8 de noviembre de 2015, cuando el sospechoso acababa de cumplir 18 años y mantenía una relación sentimental con una adolescente de 14. El joven tenía relaciones sexuales completas con la menor de forma regular. Pese a tratarse de sexo de común acuerdo, la chica no podía dar su consentimiento al tener menos de 16 años, según estipula la ley. Por tanto, es delito.

Ayer el muchacho negó haber golpeado a su novia, si bien reconoció haberle dejado marcas de pequeños mordiscos en un brazo, la mejilla o una mama. En la madrugada del 12 de junio de 2016, la adolescente presentaba diversas lesiones ocasionadas por su novio.