Un mallorquín testigo del atropello deliberado en Melbourne (Australia), que tuvo lugar ayer en una céntrica calle de la ciudad, delante de su oficina y que se saldó con tres fallecidos y una veintena de heridos, aseguró que mientras él estaba pidiendo la comida en un restaurante cercano, junto a dos compañeros, empezaron a escucharse disparos. "Tras esto", explicó, "ha entrado gente corriendo en el restaurante muy asustada, con pánico".

Según el relato del mallorquín, que trabaja como ingeniero de caminos en la ciudad en el 555 de la calle Bourke, él junto a otras personas se refugiaron en el local. "A través de la cocina hemos pasado a un pasillo, donde hemos estado un par de minutos", apuntó.

Así, señaló que la gente estaba "muy nerviosa" y que él intentó tranquilizarles diciendo que no tuvieran miedo y que mantuviesen la calma "(don't panic, keep calm)".

"Ha durado un par de minutos y en seguida hemos asomado la cabeza al ver que no sonaban más disparos", explicó para luego añadir que fue entonces cuando vieron un coche accidentado y en el suelo, un hombre atendido por la Policía.

El incidente, que tuvo lugar ayer viernes, acabó con tres muertos y una veintena de heridos, antes de que la Policía pudiera detener al conductor del vehículo.

Arrestado y herido

Las autoridades indicaron que el conductor, el único ocupante del turismo, resultó herido antes de ser detenido, si bien sus lesiones no son graves.

"Se cree que la Policía estaba persiguiendo el coche cuando este arrolló deliberadamente a varios peatones en el área de la calle Bourke sobre las 13.30 (hora local)", según informó ayer la Policía.

Además, están investigando la posibilidad de que el conductor estuviera involucrado en un apuñalamiento que tuvo lugar ese mismo viernes por la mañana en otra zona de la ciudad. Fuentes policiales desvinvularon la acción de un ataque terrorista. El detenido condujo en círculos cerca de la estación de tren de la calle Flinders antes de dirigirse al centro comercial, en la calle Bourke.