Un hombre murió ayer al precipitarse al mar el coche que conducía en el Cap Formentor. La víctima falleció después de que el violento impacto contra el agua tras una caída de unos 90 metros.

Los hechos ocurrieron en torno a la una y media de la tarde de ayer. En concreto, el incidente tuvo lugar en el kilómetro 7,5 de la Ma-2210, la carretera que une el Port de Pollença con el Cap Formentor.

Varios automovilistas que acertaron a pasar por el lugar alertaron de que un turismo se había precipitado por el acantilado. El coche había roto el guardarraíl antes de iniciar la caída. Los testigos observaron cómo el vehículo se sumergía en el mar.

De inmediato, un nutrido dispositivo de emergencia se activó para tratar de socorrer a la víctima. Los diferentes efectivos se movilizaron por tierra, mar y aire para iniciar las labores de rescate del conductor del coche.

Las huellas de frenada encontradas en el asfalto frente al precipicio hicieron dudar a los investigadores de la Guardia Civil si se encontraban ante un accidente de tráfico o bien se trataba de una muerte voluntaria. El guardarraíl había sido arrancado de cuajo antes de que el coche cayera al mar.

Efectivos del Grupo de Montaña de Bombers de Mallorca y del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) se descolgaron por la zona escarpada para averiguar si la víctima se encontraba en algún punto del acantilado.

Mientras tanto, el helicóptero del Instituto Armado y otro de Salvamento Marítimo sobrevolaron la zona para comprobar desde el aire si había algún indicio del paradero de la víctima. Finalmente, la tripulación de la segunda aeronave encontró el cadáver del conductor y se encargó de recuperar el cuerpo del fallecido. Al parecer, el cuerpo de la víctima había salido despedido del coche tras el fuerte impacto contra el agua.

Fuerte oleaje

Asimismo, a nivel del mar, una embarcación de Salvamento Marítimo se movilizó hasta el lugar donde se había precipitado el coche. También se desplazó hasta allí una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Los buceadores del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) fueron activados para realizar una inmersión hasta el coche para averiguar si existía alguna otra persona en el coche. No obstante el fuerte oleaje y las pésimas condiciones del mar les impidieron sumergirse.

El cadáver de la víctima fue trasladado en el helicóptero de Salvamento Marítimo hasta el aeropuerto de Palma. Una vez allí, el cuerpo fue conducido hasta el Instituto Anatómico Forense para realizarle la autopsia.