La rotura en cadena de tres tuberías de agua potable inundó ayer de madrugada una casa y generó una riada con piedras y barro que recorrió varias calles en la barriada palmesana de El Amanecer. Algunos vehículos aparcados sufrieron daños leves y una grúa retiró varios de ellos para facilitar los trabajos de limpieza. Operarios de Emaya trabajaron durante horas para solventar la incidencia, que dejó sin suministro de agua a numerosos vecinos de la zona.

Fuentes de la empresa municipal explicaron que tras la rotura de la primera tubería, justo delante del Conservatorio, se cortó el suministro en ese punto. Esto provocó que, debido a la escasa demanda que hay a primera hora, aumentara la presión en la red y otras dos tuberías no pudieran soportarla y reventaran.

Los hechos ocurrieron poco después de las seis de la madrugada, cuando se produjo la rotura de una cañería a la altura del número 64 de la calle Alfons el Magnànim. Para solventar esta fuga de agua, los operarios cortaron el suministro en ese punto.

Solo unos minuto después, otras dos tuberías estallaron cerca de allí. Una en la confluencia con la calle Bartomeu Llull, y la otra en el número 58 de Alfons el Magnànim, junto a la rotonda. Fue esta última la que provocó los daños más cuantiosos.

El reventón se produjo a las puertas de una vivienda, una planta baja en la que reside una anciana de unos 85 años. La mujer descubrió, hacia las seis y media de la mañana, que buena parte del domicilio estaba inundado y empezó a achicar agua con sus propios medios antes de dar aviso a sus familiares.

La rotura de esa tubería generó además una riada que, acompañada de piedras y tierra, bajó por calle Alfons el Magnànim y se adentró en la calle Josep Melià hasta la esquina con Gabriel Fuster. La calzada quedó cubierta por el lodazal y varios coches que estaban aparcados sufrieron daños leves por el impacto de las piedras.

Tres grupos de operarios de Emaya se desplegaron por la zona para solventar los puntos donde habían reventado las tuberías. Donde más a fondo se emplearon fue en las inmediaciones de la vivienda inundada. Algunos trabajadores de la empresa municipal se encargaron de achicar el agua y limpiar la casa, mientras otros abrían una gran zanja a las puertas de la vivienda para reparar la cañería rota.

También acudieron al lugar agentes de la Policía Local de Palma y una grúa municipal, que retiró más de una decena de coches estacionados en la calle Josep Melià para poder limpiar la vía y retirar los restos de piedras y barro.

Durante toda la mañana, los operarios de Emaya trabajaron en los tres puntos para solventar las incidencias. Fuentes del Ayuntamiento de Palma explicaron que los reventones de las tuberías dejaron sin suministro a numerosos vecinos de la zona, aunque no pudieron precisar la cifra exacta.

A primera hora de la tarde dos de las tuberías afectadas habían sido ya reparadas y los operarios continuaban trabajando para solventar el problema en la tercera, agregaron las mismas fuentes.