Un hombre de 51 años, primera víctima mortal en accidente de tráfico en 2017

Este trágico accidente de tráfico, que se cobró la primera víctima mortal de 2017, tuvo lugar sobre las siete y cuarto de la mañana en la MA-13. En concreto, ocurrió tras tomar la rotonda de Inca en sentido hacia Alcúdia, a la altura de Santa Magdalena.

Por razones desconocidas, el conductor, de nacionalidad extranjera y residente en Mallorca, perdió el control del vehículo, se salió de la calzada y el coche volcó después de colisionar con una pared. La víctima quedó atrapada en el interior del turismo.

Instantes después, un dispositivo de emergencias se movilizó hacia el lugar donde había ocurrido el siniestro. Las asistencias sanitarias del Ib-salut se desplazaron a bordo de una UVI móvil para atender al conductor. Los facultativos solo pudieron certificar su defunción.

Atrapado en el coche

También se movilizaron dotaciones de Bombers de Mallorca, procedentes de los parques de inca y Alcúdia. Los expertos excarcelaron el cuerpo de la víctima, que había quedado atrapada en el amasijo de hierros en los que había quedado convertido el automóvil.

Por su parte, efectivos de la Guardia Civil de Tráfico abrieron una investigación en el lugar del siniestro para tratar de esclarecer las posibles causas que desencadenaron el primer accidente mortal de 2017.

Finalmente, los operarios de los servicios funerarios introdujeron el cadáver en un furgón y lo trasladaron hasta el Instituto Anatómico Forense de Palma para practicarle la autopsia.

A excepción de la trágica muerte de este hombre de 51 años en Inca, durante la pasada Nochevieja no se registraron accidentes relevantes. El dispositivo de alcoholemia y de vigilancia se había reforzado considerablemente para tratar de reducir la siniestralidad.

La muerte del conductor de 51 años ayer en Inca vino a confirmar la trágica tendencia de siniestralidad en carretera del pasado año. En 2016 se contabilizaron en Balears 66 fallecidos en accidentes de tráfico. Esta cifra supone más de un 41% respecto a las 45 muertes registradas en la red viaria de las islas en 2015.

El número de fallecidos en accidentes de tráfico contabilizados en el año recién terminado solo tiene parangón con las aciagas cifras de hace una década. La implantación del carné por puntos se había convertido en uno de los principales factores que explicaban la espectacular bajada de la siniestralidad en carretera de los últimos tiempos.

El acusado descenso de la siniestralidad de estos años era especialmente significativo, ya que el parque móvil de las islas se había multiplicado considerablemente. Pese a esta circunstancia, los números de fallecidos en Balears eran equiparables a los de los tiempos en los que la cantidad de vehículos que circulaban por carretera era muy inferior.

Espectacular repunte

De hecho, las cifras del primer año que se elaboraron estadísticas de siniestralidad en las carreteras de Balears, datadas en 1960, hablaban de 43 fallecidos. Unos números que se asemejan mucho a los 45 óbitos registrados en las islas en 2015, pese a la explosión del turismo que se había experimentado en este tiempo.

Desde entonces, la escalada de fallecidos en accidentes de tráfico en Balears no había parado de crecer año tras año. Buena prueba de ello es que en reiteradas ocasiones se había superado con creces el centenar de muertes en carretera. La siniestralidad máxima se contabilizó en 1989, cuando se alcanzaron los 177 óbitos. Un dato muy significativo es que cada dos días había que lamentar un fallecimiento en las islas.

La progresiva mejora de la red viaria de las islas y, sobre todo, el endurecimiento de la ley de seguridad vial en la que una infracción de tráfico podría considerarse delito tuvieron un claro efecto disuasorio. En los últimos siete años se había registrado una bonanza en la siniestralidad otrora impensable. En cambio, estos números halagüeños dieron un espectacular vuelco en 2016 en Balears. La trágica muerte de un hombre ayer, en el día de Año Nuevo, no invita al optimismo.