­Dos trabajadores de un hotel de Palma fueron detenidos ayer tras una inocentada en la que llamaron al establecimiento turístico dando un falso aviso de bomba que obligó a movilizarse a la Policía Nacional.

Así informó la Jefatura Superior de la Policía Nacional en una nota de prensa en la que recuerda que estas amenazas, aunque sean una broma, son un delito y pueden acarrear a los autores hasta un año de cárcel.

Los hechos tuvieron lugar ayer aproximadamente a las once y media de la mañana, cuando la recepcionista de un hotel del centro de Palma, recibió una llamada que alertaba de la colocación de una bomba en el establecimiento hotelero.

La trabajadora llamó inmediatamente a la central del 091 y varias patrullas de la Policía Nacional se desplazaron hasta el hotel para hacer las comprobaciones necesarias.

Cuando llegaron los agentes al lugar, dos trabajadores del mismo establecimiento admitieron a los investigadores que todo había sido una broma, ya que ayer el día de los Santos Inocentes, por lo que al final acabaron siendo detenidos por un delito de desórdenes públicos.

La Policía ha recordado que comunicar una falsa alarma de bomba puede acarrear hasta un año de cárcel según el artículo 561 del Código Penal. Este tipo delictivo conlleva penas de prisión de seis meses a un año o multa de seis a dieciocho meses, atendida la alarma o alteración del orden.