El municipio de Campos está en estos momentos incomunicado, con sus principales arterias inundadas y las carreteras para salir de la localidad, cortadas. El agua continúa cayendo de forma intensa y los vecinos refugiados en sus casas. Se han suspendido las clases en los tres centros escolares ante la imposibilidad de que muchos profesores llegaran hasta el colegio. Eran las 6:00 horas cuando una auténtica riada de agua y barro llegó a las principales calles de Campos y Porreres. Los vecinos se asomaron a la calle y no daban crédito a lo que estaban viendo sus ojos. El agua no ha parado de llegar. Primero cortaron la carretera de Campos a Porreres que se había convertido en un río de color marrón. Poco después, la avalancha en forma de inundación llegó a Campos desde Llucmajor.

Mucha gente no pudo acudir a su lugar de trabajo y algunos de ellos quedaron atrapados dentro del coche cuando les embistió la riada. Los torrentes de Son Bernardí, que viene de Porreres, y el de cas Concos, procedente de Felanitx, se desbordaron a causa de la intensa lluvia de los últimos días. Entre Campos y Cas Concos cayeron durante la noche más de 150 litros por metro cuadrado. Unos 20 de coches atrapados por el agua en las salidas del municipio y algunas casas achicando agua; son de momento los principales daños, según la Policía Local de Campos.

En sa Ràpita, el torrent de Sa vinyola y el de Son Carlar han llegado al mar, inundado la playa. Los bomberos, Guardia Civil y Policía Local llevan toda la mañana rescatado a gente de sus vehículos. Incluso se han habilitado excavadoras para evacuar a conductores atrapados en las carreteras a causa de la riada.