Un juzgado penal de Palma ha condenado a un hombre a cuatro años de prisión por asaltar un domicilio en las proximidades de Manacor y propinar una brutal paliza al morador que le descubrió en febrero de 2016. El acusado, un ciudadano marroquí de 30 años, irrumpió en la vivienda de madrugada a través de una ventana y, al verse sorprendido 'in fraganti', la emprendió a patadas y puñetazos por todo el cuerpo contra la víctima, un alemán. También le rompió una botella en la cabeza y luego le cortó en la mano y le causó otras heridas en la oreja, la cabeza y la mandíbula.

El perjudicado tuvo que ser hospitalizado, precisó puntos de sutura, tratamiento médico y asistencia psicológica por un trastorno de estrés agudo como consecuencia de lo vivido. Actualmente, le ha quedado como secuela un síndrome psiquiátrico y un perjuicio estético tras los golpes sufridos.

El asaltante, que está encarcelado de forma preventiva por esta causa, se apoderó de un collar de oro, dos relojes, una cartera con 300 euros, así como varias tarjetas. Una vez se hizo con el botín, huyó del inmueble a toda prisa.

Ayer por la mañana, el acusado, defendido por el letrado Miquel Àngel Ordinas, confesó los hechos y se declaró autor de un delito de robo con violencia y otro de lesiones. Aceptó una condena de cuatro años de prisión. Inicialmente, se enfrentaba a una petición de pena del fiscal de ocho años y medio de cárcel, si bien ayer el ministerio público rebajó su solicitud al apreciar dos circunstancias atenuantes.

Al haber admitido los cargos, la magistrada dictó sentencia 'in voce' y apreció la atenuante de drogadicción y la de reparación del daño, ya que el sospechoso ha indemnizado a la víctima con 15.500 euros.

Los hechos se remontan al pasado 15 de febrero de 2016, sobre las doce y media de la noche, cuando el acusado, acompañado por otra persona que no ha podido ser identificada, se dirigió a un domicilio del término de Manacor en un Volkswagen Bora. Tras apearse del vehículo, se introdujo en la casa a través de una ventana que violentó. Una vez dentro, fue descubierto por el morador del inmueble, al que propinó varios puñetazos y patadas por todo el cuerpo.

Acto seguido, cogió una botella que se hallaba en el lugar y se la rompió al perjudicado en la cabeza haciendo que este cayera al suelo.

Luego, le causó otras lesiones en un tendón de la mano, el pabellón auricular derecho, así como heridas incisas en la región occipital y parietal izquierdas y un hematoma en la mandíbula derecha.

El afectado acabó en el hospital y ha necesitado más de 100 días para curar de las lesiones sufridas. El acusado le robó joyas, dos relojes y una cartera con 300 euros, antes de darse a la fuga.