­Seis de los diez presuntos miembros de la banda de ladrones de coches de lujo desarticulada anteayer en la isla en una gran operación de la Guardia Civil fueron puestos ayer por la tarde a disposición judicial. Cuatro de ellos ingresaron en prisión y dos quedaron en libertad tras declarar en el juzgado de guardia de Palma.

Entre los encarcelados se encuentra el cabecilla de la red, que ya estuvo en prisión preventiva por sustraer vehículos en depósitos municipales de Palma y Calvià utilizando documentación judicial falsificada, los dos considerados como su mano derecha y el último sería un ´hombre de paja´.

El supuesto líder del entramado ayer declaró ante el magistrado Juan Manuel Sobrino, titular del juzgado de instrucción número 1 de Palma, en funciones de guardia, que sus operaciones eran legales. Según su versión, el sospechoso, que solo contestó a las preguntas de su letrado, David Salvà, compró un Lamborghini, lo pagó mediante una transferencia bancaria y después lo vendió en Alemania.

Luego fue el turno del resto de arrestados de la trama. La Operación Prunarium-Novurania, desarrollada por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Algaida, se saldó con la detención de diez personas y la incautación de varios coches de lujo y motos acuáticas supuestamente robados en los últimos dos años. Tres de los sospechosos quedaron en libertad tras declarar en dependencias del instituto armado, entre ellos un gestor representado por la letrada Joana Maria Borràs.

Los investigadores llevaron a cabo el pasado miércoles por la mañana 14 registros en concesionarios, talleres, naves industriales y domicilios en varios puntos de la isla, la mayoría en Palma. Los agentes creen que la red sustrajo 40 vehículos en dos años, entre ellos dos Lamborghini valorados en unos 200.000 euros.

La banda estaba especializada en robar coches de lujo para luego manipular sus bastidores y otros elementos identificativos con el objetivo de venderlos con documentación falsa en otros puntos de España así como en el extranjero.

Los investigadores del puesto de Algaida se incautaron de gran cantidad de documentación que ahora está siendo examinada para detectar si hubo irregularidades. Las pesquisas continúan abiertas.