El machismo se cobró ayer otra víctima en Mallorca. Un hombre de 50 años fue detenido tras matar a su pareja, de 56, e intentar suicidarse en un piso de la barriada palmesana de Son Cotoner. El sospechoso, José María C.G., admitió la autoría del crimen y explicó que había atacado a la víctima, Celia Navarro Miguel, golpeándola en la cabeza con una tetera. Las primeras investigaciones apuntan a que la mujer llevaba seis horas muerta, lo que sitúa la agresión durante la noche anterior. El hombre, profesor de música actualmente de baja por depresión, tenía cortes en las muñecas y había ingerido gran cantidad de fármacos para quitarse la vida. Fue hospitalizado bajo custodia policial, pero su vida no corría peligro. No constan denuncias previas ni antecedentes por malos tratos.

Celia Navarro tenía cinco hijos, fruto de una relación anterior, con los que mantenía contacto a diario. Habló con ellos por última vez el martes por la mañana y ya no respondió a sus mensajes y llamadas. Una de sus hijas, preocupada por la falta de noticias de su madre, acudió poco antes de las diez de la mañana de ayer a su domicilio, en el número 20 de la calle Margarida Xirgu. Nadie le abrió la puerta y, temiendo alguna desgracia, contactó con la Policía Nacional.

Agentes de la unidad motorizada acudieron a la vivienda, pero tampoco obtuvieron respuesta. Sopesaron acceder a través de un balcón, pero finalmente optaron por pedir la intervención de los bomberos. Con una herramienta, lograron abrir la puerta sin problemas. La escena confirmó los peores presagios de la hija de Celia Navarro.

Medicamentos y cortes

Las manchas de sangre se extendían por las paredes y el suelo, donde yacía la mujer con evidentes signos de violencia. Los policías comprobaron que estaba muerta. En la vivienda se encontraba también su pareja, inmóvil en el suelo y con cortes en las muñecas. Los agentes llegaron a pensar que también había fallecido, pero pronto descubrieron que estaba adormilado, aparentemente por la ingesta de fármacos. En la escena encontraron dos blísteres de medicamentos vacíos.

Los policías comunicaron lo ocurrido a la base del 091 y dos ambulancias acudieron a la vivienda, al igual que un nutrido grupo de investigadores del grupo de Homicidios y la Policía Científica. La muerte de la víctima fue notificada al juzgado de instrucción número 12 de Palma, cuyo titular, Manuel Penalva, acudió al domicilio junto a una fiscal y un médico forense.

José María C.G. fue recobrando la consciencia. Estaba muy débil y se mostraba desorientado. Inicialmente dijo que no recordaba nada de lo ocurrido, pero poco después confesó a grandes rasgos la autoría del crimen. El hombre enmarcó la muerte de su pareja en una discusión durante la cual le propinó varios golpes en la cabeza con una tetera. Tras el crimen, habría intentado suicidarse tomando una gran cantidad de medicamentos y provocándose cortes en las muñecas. El sospechoso quedó entonces detenido.

Los efectivos sanitarios comprobaron que estaba afectado por la ingesta de fármacos y que los heridas en los brazos precisaban atención, aunque su vida no estaba en riesgo. Tras atenderlo en la vivienda, los facultativos lo bajaron en una camilla, con el rostro tapado, y lo metieron en una ambulancia. El vehículo sanitario, escoltado por la Policía, lo trasladó a Son Espases, donde quedó ingresado bajo custodia. Estaba previsto que en las próximas horas sea interrogado formalmente y puesto a disposición judicial.

Durante toda la mañana, los investigadores de Homicidios y la Policía Científica examinaron minuciosamente la vivienda en la que tuvo lugar el crimen. Elaboraron un reportaje fotográfico y recogieron pruebas para esclarecer los hechos. El examen del cadáver de la víctima permitió concretar que Celia Navarro llevaba al menos seis horas muerta, por lo que los investigadores sitúan el crimen en la noche del martes al miércoles. El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Palma, donde está previsto que hoy se practique la autopsia y se aclaren este y otros detalles. Un psicólogo acudió al domicilio para atender a los hijos de la víctima, muy afectados por lo ocurrido.

Sin denuncias previas

Celia Navarro trabajaba como limpiadora y empleada de hogar y José María C.G. ha sido profesor de música en varios institutos de la isla, aunque actualmente está de baja por depresión. Iniciaron su relación hace varios años y según los vecinos el piso donde se produjo el crimen era de él. Ella se instaló allí hace unos cuatro años y luego se mudaron a otra vivienda. Por las obras que se llevaban a cabo en ella, regresaron al domicilio de la calle Margarita Xirgu hace unos cinco meses.

El hombre había comentado en el barrio que estaban separándose, según dijo un vecino. Según la delegación del Gobierno en Balears no constan ni denuncias previas ni antecedentes por malos tratos.