La banda de ladrones de coches de lujo desarticulada esta semana por la Guardia Civil en Mallorca disponía de una llave maestra para abrir cualquier vehículo de la marca BMW en Europa. El artilugio procede de alguna sede de la empresa automovilística y les permitía sustraer coches de esta firma sin necesidad de forzarlos. La organización tenía contactos a nivel internacional y vendía motos acuáticas robadas en la isla a narcotraficantes marroquíes que las utilizaban para introducir hachís en España por el Estrecho de Gibraltar.

La Guardia Civil ofreció ayer el balance oficial de la Operación Prunarium-Novurania, dirigida por la Policía Judicial de Algaida, y que se ha saldado con la detención de nueve personas en Mallorca, cuatro de las cuales han ingresado ya en prisión, y dos en Málaga. Los agentes han logrado recuperar 14 coches, 11 motos de agua, tres motocicletas y una autocaravana. Entre los vehículos intervenidos hay dos Lamborghini que habían sido trasladados a Alemania e Inglaterra.

La investigación se inició el pasado mes de mayo, tras detectarse varios robos de vehículos de alta gama. Las pesquisas apuntaron a una banda, varios de cuyos miembros tenían ya antecedentes, liderada por un vecino de Palma que había estado preso por delitos similares. La organización robaba coches de lujo, motocicletas, motos acuáticas y barcos. Algunos vehículos eran sustraídos en depósitos municipales, donde presentaban documentos judiciales falsificados para poder retirarlos sin levantar sospechas. Después, falsificaban la documentación y realizaban un traspaso administrativo a varias empresas pantallas controladas por miembros de la banda.

Los ladrones actuaban también por encargo. Localizaban el vehículo que pretendían robar y llevaban a cabo labores de vigilancia para conocer las costumbres del propietario y las medidas de seguridad de la zona para escoger el momento propicio para actuar.

La organización contaba con una gran infraestructura para dar salida a los automóviles sustraídos, desde mecánicos para desguazarlos o alterar los números de bastidor hasta conductores y transportistas que los sacaban de España mediante contenedores a través de varios puertos. Una parte de la red se encargaba de falsificar los documentos, como el permiso de circulación, la ficha técnica o las placas de matrícula. Además, contaban con el apoyo de una gestoría de Palma.

El destino de los vehículos robados era diverso. Algunos acababan en manos de compradores alemanes o ingleses, que los adquirían sin conocer su procedencia ilícita. De hecho, en esos dos países se han recuperado sendos Lamborghini robados por la organización. Las motos acuáticas, por su parte, eran vendidas a traficantes que operan en el Estrecho de Gibraltar.

La Guardia Civil detuvo el pasado miércoles a 11 personas, registró 13 domicilios e inspeccionó 7 talleres mecánicos en Mallorca, Málaga y Murcia, Alemania e Inglaterra. Cuatro de los nueve arrestados en la isla ingresaron anteanoche en prisión tras comparecer ante el juez de guardia, como informó este diario.