Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Semana negra

La maldición de los 'pendrives' en los juzgados

Placa de hachís incautada por la Policía Local de Palma en Son Gotleu. POLICÍA LOCAL DE PALMA

Algunos funcionarios de los juzgados de Palma se suben por las paredes de los nervios por el cambio de sistema informático. Adaptarse al nuevo programa está costando ante los problemas que han surgido en las últimas semanas. Varios empleados públicos han lamentado que este sistema no sea compatible con el programa que se utiliza para grabar los juicios, por lo que tienen que registrar los datos de un mismo caso por partida doble. Una de las finalidades de este cambio es suprimir el papel en los expedientes y que todo se tramite de forma digital. Por ello, no es extraño que guardias civiles se presenten en el juzgado de guardia con el atestado de una causa grabado en un pendrive, en una memoria. Pero luego este dispositivo no funciona en todos los ordenadores de la sede judicial y resulta imposible abrir el archivo de forma inmediata, por lo que un trámite rutinario de apenas unos segundos se ralentiza de forma absurda. Y, al final, muchas veces hay que seguir recurriendo al antiguo papel.

¡Fíate de mí!

El jueves pasado, sobre las tres y cuarto de la tarde, salía de un registro en uno de sus domicilios el supuesto asesino de Son Cotoner. Josep Maria C.G., de 50 años, profesor de instituto de música y valores éticos que llevaba un mes de baja por depresión, acababa de presenciar cómo los agentes del Grupo de Homicidios y Policía Científica inspeccionaban uno de sus pisos en el barrio de sa Calatrava, en Palma. Ante la presencia de los fotógrafos, el detenido hizo un amago de salir del edificio con la cabeza completamente tapada con una cazadora. Dudó al dar los primeros pasos, ya que no veía nada. Un policía nacional le sujetaba del brazo, para guiarle y conducirle hacia el coche, que luego le llevaría de regreso a los calabozos de comisaría. Apenas tenía que dar un par de pasos para introducirse en el vehículo, que se hallaba pegado a la entrada de la finca, pero al no ver nada se le hizo difícil avanzar. Finalmente, el investigador le dijo: "¡Fíate de mí!". El arrestado se dejó llevar. "Y ahora baja la cabeza", prosiguió el inspector con voz baja para evitar que el sospechoso se golpeara contra el automóvil. Con un trato exquisito y educación, la Policía Nacional trasladó al supuesto asesino a Jefatura.

Dos veces preso por los coches

El supuesto líder de la red desarticulada por la Guardia Civil que sustraía coches de lujo y luego modificaba la documentación para revenderlos en el extranjero y varios puntos de España, ha vuelto a prisión. El sospechoso ya estuvo encarcelado de forma provisional meses atrás por otra causa. Detrás de ambos casos, siempre los automóviles. Ahora, el considerado cabecilla de la trama alega que su actuación fue legal. Según su versión, adquirió un Lamborghini Gallardo, lo pagó mediante transferencia bancaria y luego lo vendió en Alemania. Casi un año antes, ingresó en prisión por el caso de sustracción de automóviles en depósitos municipales de Palma y Calvià utilizando documentación falsa. En esa ocasión, el entramado llegó a manipular autos judiciales de la Audiencia de Palma para lograr hacerse con varios coches. El sospechoso luego salió en libertad, pero parece que ha vuelto a las andadas.

¿El Empire State?

Hace varios días, una mujer despistada iba y venía por los pasillos de los juzgados de Vía Alemania, en Palma. La ciudadana se aproximó a un funcionario y le pidió ayuda. "Estoy buscando un juzgado y me han mandado a la octava, a la octava planta", indicó la mujer desorientada. El joven le respondió con ironía: "Señora, si es la octava planta aquí no es, eso será en el Empire State". La mujer soltó una carcajada. Acto seguido, el funcionario le informó de que debía ir al Decanato y allí le dirían cuál era el juzgado al que debía dirigirse.

Con denominación de origen

El pasado martes, agentes de la Policía Local de Palma que estaban realizando labores de seguridad ciudadana en la barriada de Son Gotleu interceptaron a una persona sospechosa. Los policías comprobaron que habían dado en el clavo: llevaba una placa de unos 100 gramos de hachís. Lo curioso del asunto, al margen de que no es frecuente incautar tanta cantidad de cannabis en plena calle, es que la pieza llevaba la palabra 'Córdoba' grabada con grandes letras. ¿Denominación de origen?

A tortas por el móvil

En un piso de la calle Nicolau de Pacs de Palma, compartido por varias personas, se produjo una acalorada disputa por la desaparición de un teléfono. El aparato era propiedad de uno de los moradores y al parecer uno de sus compañeros de vivienda se lo había quitado. La discusión fue a más hasta que los vecinos llamaron a la Policía Local. Una patrulla se desplazó al lugar para calmar los ánimos y poner paz.

Muerte en la ambulancia

Una ambulancia trasladaba a una persona muy enferma al hospital y el paciente falleció por el camino. Los sanitarios decidieron detener el vehículo en mitad de una calle y comunicar lo ocurrido, a la espera de instrucciones. El óbito fue comunicado al juzgado de guardia, desde dónde les indicaron que lo más adecuado era que llevaran el cadáver al hospital al que se dirigían.

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