Un cigarrillo mal apagado provocó ayer de madrugada un incendió que dejó tres heridos y obligó a desalojar a los 30 vecinos de un edificio en Nou Llevant, en Palma. Las llamas comenzaron en un colchón, se extendieron por todo un dormitorio y acabaron destruyendo toda la vivienda. Un niño de corta edad fue atendido en el mismo lugar del siniestro y dos adultos, un joven y un septuagenario, acabaron hospitalizados al sufrir quemaduras e intoxicación por inhalación de humo. No se temía por sus vidas. Los bomberos trabajaron durante casi dos horas para sofocar el fuego, ventilar todo el edificio y revisar la estructura.

Al filo de las tres de la madrugada, los vecinos de la calle Montevideo descubrieron que en la cuarta planta del número 7 se había declarado un incendio. Las llamas salían por una de las ventanas y generaron una densa humareda. Varias llamadas alertaron a los servicios de emergencias y al lugar acudieron patrullas de la Policía Local y cuatro dotaciones de los Bombers de Palma.

Cuando llegaron los servicios de emergencias, una de las habitaciones de la vivienda estaba ya completamente tomada por las llamas. Además, la humareda se estaba extendiendo por el edificio, por lo que se optó por desalojar a la treintena de vecinos del inmueble, que salieron apresuradamente de sus casas.

Los bomberos decidieron atacar las llamas por varios puntos, desde la puerta de entrada, el balcón y una ventana a través de una autoescala. Durante media hora, trabajaron para frenar el avance del fuego hasta que consiguieron sofocarlo.

Mientras tanto, tres vecinos del edificio fueron atendidos en ambulancias del Ib-Salut que se desplazaron al lugar. Uno de ellos era un niño de corta edad, bebé según algunas fuentes, que solo precisó ser sometido a una revisión allí mismo. Los otros dos afectados fueron el morador de la vivienda donde se inició el incendio, un joven que presentaba quemaduras de segundo grado en un pie, y un septuagenario vecino del edificio con síntomas de intoxicación por inhalación de humo. Ambos fueron trasladados en ambulancia a un hospital de Palma para ser atendidos. Su estado era menos grave y en principio no se temía por sus vidas, señalaron fuentes sanitarias.

El incendio, causado por una colilla que cayó sobre un colchón según la versión del morador, destruyó todo el piso, que quedó inhabitable, tanto por la acción directa del fuego como por las altas temperaturas registradas. Los bomberos trabajaron durante una hora más para ventilar las siete plantas del edificio, donde se había acumulado el humo. Finalmente, revisaron la estructura y comprobaron que no había riesgo para el resto de vecinos.