Tres de los cuatro arrestados, dos hombres y una mujer, por explotación laboral en una cadena de restaurantes de Palma quedaron en libertad ayer al mediodía por orden judicial. Los detenidos, que son los dueños de los establecimientos y un encargado, negaron los hechos ante el magistrado de guardia de Palma. El cuarto sospechoso, otro encargado, ya quedó libre en Jefatura. La Policía Nacional, en colaboración con Inspección de Trabajo e inspectores de Salut, les arrestó el pasado lunes por un delito contra los derechos de los trabajadores, otro contra la salud pública, contra la Seguridad Social y contra la integridad moral.

Ayer al mediodía, tras prestar declaración, el juzgado de instrucción número 11 de Palma, en funciones de guardia, acordó la puesta en libertad de tres de los sospechosos y la obligación de comparecer en la sede judicial los días 1 y 15 de cada mes. El magistrado además ordenó el cese de la actividad en uno de los locales de restauración durante diez días para subsanar las deficiencias de sanidad detectadas.

Los arrestados, dos de los cuales cuentan con una condena de dos años de prisión cada uno de la Audiencia de Palma por hechos similares, negaron ayer haber explotado y vejado a sus trabajadores. La Policía Nacional y los inspectores de la conselleria de Salut realizaron tres inspecciones en los establecimientos el lunes. Los investigadores hallaron deficiencias en la conservación de los alimentos. En vez de tener determinado género en cámaras frigoríficas, lo tenían afuera, por lo que no se respetaba la cadena de frío en el descongelado. Además, aprovechaban alimentos ya caducados y se reciclaba la comida de unos clientes a otros, según fuentes policiales. Por ello, se realizó en uno de los locales un acta con propuesta de cierre. Ahora, el juez ha dado diez días a los responsables de los bares para que subsanen estas anomalías. También se les ha intervenido algo más de 12.000 euros y la Policía calcula que la cuota defraudada a la Seguridad Social superaría los 100.000 euros por la falta de cotización de los trabajadores y las horas extra.

Los sospechosos presuntamente vejaban a sus empleados y los sometían a condiciones abusivas de trabajo con jornadas de 12 y 14 horas diarias, 6 o 7 días a la semana, sin vacaciones ni finiquito. La veintena de trabajadores las aceptaban por necesidad.