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Tribunales

La Audiencia endurece la condena a un médico de Son Dureta por negligencia

La sala impone tres meses de prisión y otros seis de inhabilitación a un cirujano por imprudencia grave

Hospital de Son Dureta en el que trabajaban los dos médicos.

La Audiencia de Palma ha endurecido la condena contra un médico del antiguo hospital de Son Dureta por una grave negligencia profesional en el ámbito sanitario al tratar a una paciente, también facultativa, de una severa infección bucal por la que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente y pasó una veintena de días ingresada en enero de 2009. La víctima perdió una pieza dental, tuvo que esperar a que el hueso de la mandíbula se le regenerara, fue asistida por la Unidad del Dolor que le prescribió un cóctel de hasta siete fármacos analgésicos combinados, estuvo más de medio año en tratamiento en un centro hospitalario de León y padece como secuelas también una disminución de sensibilidad en esa zona, además de una depresión de la que todavía hoy sigue en tratamiento psiquiátrico.

El tribunal de la sección segunda ha revocado en parte la primera sentencia de un juzgado de lo penal de Palma, que impuso a dos especialistas del servicio de cirugía maxilofacial de Son Dureta una indemnización de 26.193 euros a la perjudicada por una falta de lesiones por imprudencia leve. Luego, la sala endureció el fallo y condenó a ambos facultativos, una mujer y un hombre, a un año de cárcel e inhabilitación profesional al considerar que los hechos eran un delito de imprudencia médica y no una falta. Esta sentencia de la Audiencia de Palma fue anulada por la misma sección segunda, que ordenó el dictado de una nueva con otro ponente. Ahora, el tribunal ha impuesto en su segundo fallo tres meses de prisión y otros seis de inhabilitación para ejercer la profesión de medicina para el facultativo varón como autor de un delito de lesiones en su modalidad básica causadas por imprudencia grave y profesional, mientras que a la otra especialista le ha mantenido la falta de lesiones por imprudencia leve.

En esta última sentencia, que es firme y que dedica contundentes reproches al médico condenado, la sala descarta imponerle una multa debido a una "manifiesta dejadez" en su conducta. El tribunal califica su actuación de "imperdonable, fuera de lo común y grave", inaceptable, despreocupada, inexcusable, irresponsable o de error grave.

Diferente actuación

La sala diferencia la intervención de los dos facultativos acusados. Así, la cirujana asistió a la paciente en urgencias y su actuación no fue gravemente errónea. La víctima ingresó en Son Dureta el 12 de enero de 2009 por un flemón dentario. La infección bucal se fue agravando hasta drenar de forma espontánea y se cursó un cultivo. Al no mejorar, fue intervenida. La infección no se resolvió porque el germen que le afectaba era resistente al antibiótico que se le administraba. La paciente fue dada de alta y no se le cambió el antibiótico ni días después, en una consulta externa, porque el médico no consultó el resultado del estudio de microbiolgía. Un mes más tarde, la perjudicada tuvo que acudir a un hospital de León, donde le cambiaron el tratamiento. En esas fechas, la infección ya había afectado al hueso. La paciente también tuvo que ser tratada por una depresión como consecuencia del episodio vivido. Así pues, el tratamiento antibiótico que se le administró en Son Dureta por parte de los acusados o bajo su supervisión resultó "absolutamente ineficaz", según el fallo.

La doctora encausada que la trató al principio no le dio el alta, pero informó a favor de ella teniendo en cuenta el diagnóstico previo, que era acertado, que se le hicieron una batería de pruebas, que la afectada había mejorado y que se le había hecho un cultivo e indicado un antibiograma cuyo resultado aún se desconocía. Lo correcto habría sido que la doctora indicase que se le diera una nueva cita una vez se dispusiera del antibiograma, pero su proceder no fue irresponsable.

En cambio, el otro especialista si actuó de forma imperdonable porque tras visitar a la mujer el 9 de febrero no le sustituyó el antibiótico, pese a que ya constaba el resultado del antibiograma, que revelaba que la infección era resistente a la medicación pautada.

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