Tras toparse con su expareja a escasos metros de su domicilio, Víctor ha interpuesto una retahíla de denuncias. Su objetivo es acreditar que él no ha quebrantado la orden judicial de alejamiento y que ha sido su expareja la que se ha aproximado a él. "Mi abogada me ha dicho que si no lo hago puedo ir a la cárcel en cualquier momento. Cuando a ella se le ocurra denunciarme, me pueden encarcelar y yo no me he acercado a ella", insiste.
Después de acudir a la Policía, el denunciante acudió al juzgado de lo Penal 3 en primera instancia, y el de guardia. Allí hizo hincapié en que no había quebrantado la orden judicial de alejamiento, que le impide aproximarse a su pareja a menos de 500 metros, pero ella se ha mudado a escasa distancia de su domicilio. El juez ya reprendió a la mujer por acercarse a su expareja cuando hay un mandamiento judicial de alejamiento. Tras examinar las denuncias presentadas en el juzgado y pasarlas por el registro, los funcionarios le indicaron que "si ocurre otra vez, (encontrarse a su expareja a pocos metros de su domicilio con la orden de alejamiento en vigor), vuelva a denunciar", le aconsejaron.
