Un coche golpeó ayer una boca de riego en la playa de palma y una espectacular cascada comenzó a inundar las calles adyacentes hasta llegar a la misma playa. La escena hacía evocar a muchos transeúntes las imágenes de algunas películas estadounidenses, donde las bocas de riego se usan como duchas callejeras. Por fortuna el parque de bomberos de la zona se encontraba a escasos metros de distancia para intentar contener la avenida de agua. No obstante, operarios de Emaya se desplazaron rápidamente hasta el lugar para cortar el suministro y reparar los daños.