La conocida atracción de feria 'La pesca de los patitos', castillos hinchables, una pista americana, un sinfín de juguetes y artículos decorativos de Navidad listos para vender en los mercadillos que se abrirán en un mes. "Toda nuestra vida está aquí adentro. Somos una empresa pequeña, llevamos 35 años en esto. Es una pena, una pena". El lamento del feriante Cayetano González ante la nave incendiada con todo este material era compartido por el vecino de almacén, Juan Solà, quien estaba tan afectado que no tenía "ganas de hablar".

El dueño de Tano Atracciones de Feria dijo que el fuego había devorado "prácticamente todo, solo se ha salvado poca cosa, un tres por ciento de lo que había", y calculó que los daños materiales ascienden a 250.000 euros, tal como le manifestó al perito. La nave de 400 metros cuadrados es de su propiedad, a diferencia de la nave de la empresa de alquiler de carretillas y elevadores, que está arrendada, según explicó la hija de la propietaria, que acudió por la mañana al pasaje situado en la calle Gremi Sabaters 15, en el polígono palmesano.

También estaban los agentes de la Policía Científica expertos en incendios, que aguardaron hasta que el jefe de Bomberos les dio permiso para entrar en la nave número 19, donde se inició el fuego, después de comprobar que ya no había ningún riesgo para su integridad física, debido a que con las llamas se cayó una parte del techo.

Los especialistas precintaron el almacén, donde además de los elevadores y carretillas, también había varios vehículos antiguos de alta gama en estanterías de metal. El propietario se dedicaba a repararlos "por hobby", como expresó compungido mientras la policía y los bomberos seguían en el interior recabando pruebas sobre las causas del incendio que afectó a cerca de un millar de metros cuadrados en el corazón de Son Castelló.

Pasajes sin señalizar

La nave del feriante también fue precintada, "porque hay peligro de derrumbe", le dijo Cayetano a su hijo Daniel, quien poco antes de la prohibición de acceder al interior le ayudaba a sacar el poco material que podían salvar. Ambos se quejaron de que en el polígono hay numerosos pasajes particulares y ninguno está bien indicado. "No están numerados, por lo que los bomberos pueden llegar a tener dificultades para localizarlos", como denunció el feriante tras una intensa noche sin dormir. "Tampoco hay bocas de riego, lo que les facilitaría la extinción de los incendios", en palabras de Daniel.

Cayetano recordó que en ese mismo pasaje, justo enfrente de su nave, se incendió hace diez años un almacén de colchones, muy inflamables. "Solicitamos la instalación de bocas de riego y la numeración de los pasajes, pero no nos hicieron caso".

El material de la nave vecina, el almacén de ferreterías, también es altamente combustible, pero su alarma antiincendios sonó y el dispositivo de emergencias se activó de inmediato, por lo que el voraz fuego del lunes (las llamas medían varios metros) no afectó a más naves industriales.