"Fue una estupidez, una gran tontería". Con estas palabras, Alejandro O.R. reconoció haber abusado sexualmente su sobrina menor de edad en los últimos años. La víctima padece, además, un retraso madurativo y un trastorno de aprendizaje que le ocasionan una discapacidad del 34%. Tras reconocer los hechos y alcanzar un acuerdo de conformidad fue condenado ayer en la Audiencia de Palma a diez años de prisión por este delito continuado.

Los abusos sexuales se cometieron en los últimos años hasta diciembre de 2014, En ese último momento la menor contaba con 13 años. Según la acusación inicial del fiscal, los tocamientos y la penetración se podrían haber iniciado cuando la niña tenía solo seis años. El procesado negó este extremo, aunque reconoció ayer ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial que aprovechaba las frecuentes visitas de su sobrina al domicilio de la calle Arxiduc Lluís Salvador de Palma para perpetrar el delito.

A preguntas de la representante del ministerio público, el procesado admitió que le había tocado los pechos a su sobrina. Ante la insistencia de la fiscal sobre si estos tocamientos se habían extendido a la vagina de la menor, el encausado fue cambiando gradualmente de versión. En primer lugar lo negó, luego contestó que "a lo mejor" hasta que finalmente lo reconoció sin ambages.

Al menos en una ocasión, el acusado confesó que había rozado su pene con el año de su sobrina menor de edad y discapacitada. "Era un juego, pero no quise penetrarla. Eran solo rozamientos", argumentó.

El supuesto pedófilo también reconoció que había introducido el pene en la boca de su sobrina. Esta agresión sexual se habría cometido cuando había convencido a su sobrina discapacitada para que estuviera con él en la cama.

Durante su intervención, el procesado también confesó que había realizado con su sobrina un vídeo de contenido sexual explícito. El acusado se reprochó haberlo hecho y se excusó aduciendo que estaba "drogado y fumado".

El encausado también justificó la grabación de este vídeo pornográfico con su sobrina menor de edad y discapacitada argumentando que en aquellos momentos "estaba con crisis emocional porque hacía poco tiempo que había roto con mi novia".

Vídeos pedófilos

En el transcurso de la entrada y registro en el domicilio donde residía el acusado, la Policía encontró abundante material informático de contenido pedófilo. Entre estaban varios CD con grabaciones. También se halló este material en el ordenador.

El supuesto pedófilo sí negó en este caso que visionara con su sobrina este material. En cambio, el individuo aseguró desconocer el contenido y luego dijo que solo lo veía él. A tenor de esto, la fiscal retiró la acusación de corrupción de menores, pero mantuvo el delito de abusos sexuales continuados. La petición se rebajó por tanto de los 17 años iniciales a los diez de prisión.

El presidente de la Sala, Diego Gómez Reino, advirtió al procesado de que se enfrentaba a una pena de diez años de cárcel. "Fue una gran estupidez", contestó el procesado.