Un juzgado de Palma ha condenado a un guarda particular de una finca del Pla de Mallorca a una pena de seis meses de prisión por un delito de atentado contra agente de la autoridad por propinar un puñetazo en el rostro a un agente medioambiental cuando entró en la propiedad en el ejercicio de sus funciones en enero de 2015. La sentencia otorga al vigilante medioambiental del Consell la condición de agente de la autoridad en el desempeño de su trabajo.

El acusado ayer por la mañana reconoció los hechos a través de videoconferencia desde Sevilla. El sospechoso confesó los cargos y se declaró autor de un delito de atentado contra agente de la autoridad y una falta de lesiones. Defensa, fiscalía y acusación particular alcanzaron una conformidad.

Tras admitir su responsabilidad y aceptar la pena que se le solicitaba, el juez dictó sentencia 'in voce' contra el guarda particular al que impuso seis meses de cárcel que se le sustituyen por una multa de un año con una cuota diaria de tres euros. Por la falta de lesiones, el agresor deberá pagar una indemnización de 264 euros por las heridas que causó al agente medioambiental y otros 500 euros por el daño moral ocasionado.

Los hechos se remontan al mes de enero del año pasado, cuando unos agentes medioambientales del Consell, en el ejercicio de sus funciones, tuvieron que entrar en una finca rústica ubicada en el Pla de Mallorca.

Los profesionales actuaban en su condición de agente de la autoridad, ya que tienen competencias para poder acceder a propiedades para controlar y vigilar el medio ambiente.

El acusado, el guarda privado de la finca, les increpó y no respetó sus funciones hasta el punto de agredir en la cara a uno de los agentes. El perjudicado recibió un puñetazo en el rostro y sufrió hematomas. Estuvo de baja un día y, según puntualizó ayer el ministerio fiscal, a raíz de estos hechos permaneció varios días muy afectado psicológicamente.

Luego, se interpuso una denuncia y un juzgado de Manacor abrió diligencias para investigar la agresión.

Según la tesis de la fiscalía, cuando los profesionales acudieron a la finca rústica, el guarda les recibió de malos modos y les pidió que se identificaran.

El acusado, contrariado, les increpó, les exigió su carné y les dijo que no eran "nadie" para entrar en la finca. A uno de ellos, le amedrentó diciendo: "Te voy a arrancar el brazo".

Acto seguido, el sospechoso pegó un puñetazo en la cara a un agente medioambiental del Consell de Mallorca, al que le causó lesiones leves.

Tanto la fiscalía como la sentencia, que ya es firme, destacan que el perjudicado actuaba en su condición de agente de la autoridad. Por ello, el agresor ha sido condenado por atentado.