El rumano Valentin Ion reconoció ayer en el juicio que se desarrolla en Murcia por el asesinato de la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y de su pareja, Lodewijk Severein, que fue él quien los mató a golpes en un enfrentamiento.

En la tercera sesión del juicio, Ion señaló que los mató a puñetazos, patadas y usando un cenicero y un jarrón que había en la casa rural donde se cometió el doble crimen, en mayo de 2013, lugar que había alquilado otro procesado, Juan Cuenca.

Este acusado admitió también que Cuenca le entregó 1.200 euros, pero negó que lo hiciera con el encargo de dar muerte a los holandeses sino para compensar su traslado a Murcia desde Valencia, que le iba a suponer que dejara de trabajar unos días.

Señaló que él mismo se ocupó, una vez que comprobó que tanto Visser como su pareja estaban muertos, de proceder a desmembrar sus cuerpos con una motosierra y con el hacha que le había proporcionado Juan Cuenca.