Un joven de 25 años aceptó ayer una condena de dos años de prisión por una brutal agresión en la dársena de Can Barberà, en Palma, en abril de 2013, en la que dejó inconsciente a otro varón tras propinarle un puñetazo por la espalda en la nuca y luego darle una patada en la cara.

El perjudicado sufrió un traumatismo craneoencefálico con pérdida de conciencia, fractura de suelo orbitario, rotura de cuatro dientes y policontusiones. Tuvo que ser hospitalizado y padece secuelas en el sistema ocular, así como una cicatriz en la ceja.

El agresor, defendido por el letrado Miquel Àngel Ordinas, ayer confesó los hechos y se declaró autor de un delito de lesiones en la Audiencia de Palma. La fiscalía rebajó su petición de pena de cuatro a dos años de cárcel al apreciar la circunstancia atenuante de reparación del daño, ya que el acusado ya ha pagado una indemnización de más de 13.800 euros.

Los hechos sucedieron sobre las cuatro de la mañana del 20 de abril de 2013 cuando unos jóvenes discutieron porque varios de ellos habían piropeado a unas chicas que les acompañaban. El sospechoso pegó a la víctima en la nuca y la hizo caer. Durante la caída, le propinó una patada en el rostro dejándole malherido.