El conductor de un turismo Jaguar S-Type 2.7 rojo admitió ayer, ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial, que atropelló intencionadamente a un joven de 21 años en el Paseo Marítimo de Palma con la intención de acabar con su vida. A cambio de la confesión, el procesado vio sustancialmente rebajada su pena de ocho a dos años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa.

El ocupante que viajaba en el asiento trasero del Jaguar, que gritó "¡acelera!" al conductor para que arrollara al joven en el Marítimo, vio rebajada su condena de ocho años de prisión a seis meses por omisión de impedir la comisión de un delito contra la vida. Mientras, el joven que viajaba en asiento del copiloto fue absuelto, al no quedar acreditada su participación en el delito. Los abogados de los acusados pidieron la suspensión de la condena.

El tribunal apreció los atenuantes de dilaciones indebidas, por el tiempo transcurrido de más de seis años desde que se cometieron los hechos y otro por reparación del daño causado.

El conductor del Jaguar rojo indemnizó a la víctima con la suma de 95.000 euros. A esta cantidad hubo que añadir los 80.000 euros que abonó la compañía de seguros del coche. La familia del principal procesado también cedió, como dación en pago, un local en la calle Aragó, valorado en unos 100.000 euros.

"¡Acelera!"

Los hechos que fueron juzgados ayer en la Audiencia Provincial se remontan a las seis de la mañana del 23 de mayo de 2010. Los tres acababan de salir de una discoteca del Paseo Marítimo y acudieron al aparcamiento situado frente al local.

En esos momentos, los tres individuos entablaron una discusión con un grupo de jóvenes que se encontraba alrededor de un Jaguar S-Type 2.7 de color rojo que conducían.

A continuación, los tres sujetos se subieron al vehículo tras dar un acelerón. El otro grupo les increpó y algunos de ellos golpearon el Jaguar rojo.

El conductor del lujoso turismo, que entonces contaba con 26 años, se detuvo a los pocos metros de haber salido. Entre los tres ocupantes revisaron los desperfectos que le habían causado.

A continuación, los tres ocupantes del Jaguar decidieron volver al lugar y ajustar las cuentas por los daños que tenía el automóvil.

Uno de los miembros del grupo que les había increpado anteriormente tuvo la desdicha de cruzar la calzada cuando el Jaguar había emprendido el camino de regreso al lugar.

Nada más verlo, el ocupante del asiento trasero no vaciló y gritó "¡acelera!". El conductor no se lo pensó dos veces y pisó a fondo el acelerador. El joven, que contaba entonces con 21 años, quedó atrapado en la rueda del Jaguar rojo. El vehículo, pese los gritos y advertencias de numerosos presentes, circuló 379,10 metros con la víctima enganchada, lo que le provocó gravísimas lesiones.