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Semana negra

El nuevo gimnasio del jefe de los Ángeles del Infierno

Frank Hanebuth, segundo por la izquierda, con los socios de su gimnasio. s.schuster

El líder indiscutible de los Ángeles del Infierno ha adoptado una faceta de emprendedor en la Playa de Palma mientras espera ser juzgado en la Audiencia Nacional. Frank Hanebuth ha aprovechado sus conocimientos pugilísticos para dar clases de boxeo en su nuevo gimnasio. De hecho, durante su estancia en el centro penitenciario de Palma y en el penal del Puerto de Santa María también impartió clases e hizo guantes con reclusos. Ahora, tras haber solicitado los correspondientes permisos, Hanebuth encabeza el lanzamiento del 'Power House Fight Club Mallorca', su gimnasio consagrado a los deportes de contacto. Así, además del boxeo convencional se impartirán clases de kickboxing, Muay Thai (lucha tailandesa) o las artes marciales israelíes Krav Magá y la filipina Eskrima. Esta faceta empresarial de Hanebuth podría verse interrumpida al sentarse en el banquillo acusado de organización criminal, trata de seres humanos, detención ilegal y blanqueo de capitales, entre otros delitos.

Del fondo marino al Varadero

Sobre las tres y media del pasado 19 de agosto, la tripulación del yate 'Muriel 2', de 17 metros de eslora, lanzó un SOS desesperado cuando se encontraba en Cap Falcó. La lujosa embarcación se venía a pique. Efectivos de Protección Civil de Calvià pusieron a salvo a diez personas -una familia alemana y la tripulación- y Salvamento Marítimo remolcó el yate hasta que este se hundió a 16 metros de profundidad. Hace unas semanas el 'Muriel 2' fue reflotado por unos submarinistas contratados por los dueños. Desde entonces, el yate permanece en el varadero de Puerto Portals, donde los expertos tratan de eliminarle los daños que le causó permanecer sumergido varios días en el fondo del mar.

Un ladrón desalmado

Un usuario de las piscinas de Son Moix se llevó el pasado lunes una desagradable sorpresa. Tras su sesión de natación, regresó a los vestuarios para cambiarse. Descubrió entonces que alguien se había llevado todas sus pertenencias, incluida la ropa y los zapatos. Así que la víctima tuvo que arreglárselas para volver a casa sólo con el bañador que llevaba puesto.

Maldita alarma

En el edificio municipal de Son Gotleu que acoge la comisaría de la Policía Local y el Casal de Barri se vivió una situación tan insólita como molesta. Saltó una alarma muy ruidosa y nadie sabía cómo pararla. Tuvieron que contactar con la central del 092, pero tampoco allí supieron darles una solución.

Pinchazos en Llucmajor

En Llucmajor están sufriendo una oleada de pinchazos en las ruedas de los coches. Alguien se dedica, casi siempre por la noche, a reventar los neumáticos de los vecinos, una práctica habitual desde hace varios años pero que este verano se ha agudizado, según cuentan algunos residentes en el municipio. Una afectada ha tenido que cambiar esta semana cinco ruedas por culpa del gamberro.

Complicado contacto

Un ciudadano alertó de que en una calle de Palma había unos cables de electricidad sueltos que suponían un peligro. Una patrulla de la Policía Local acudió al lugar para comprobar el riesgo y tras verificarlo pidió a la base que contactara con la compañía eléctrica para que enviase a algún operario y solventara la incidencia. La respuesta, tras varias peticiones, fue clara: "Es más fácil contactar con la Interpol que con GESA".

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