La Audiencia Provincial juzgará la semana que viene un caso de abusos sexuales ocurrido hace 20 años en Palma. El acusado supuestamente obligó a la sobrina de su mujer, que tenía cuatro años, a practicarle felaciones y a practicar sexo anal aprovechando los momentos que la menor se quedaba a su cargo. La fiscalía le imputa un delito continuado de agresión sexual y otro de abuso sexual, por los que reclama penas que suman 25 años de prisión.

Los hechos se remontan, según recoge el escrito de acusación del ministerio público, al segundo semestre de 1996. El acusado tenían entonces 40 años y solía encargarse del cuidado de la sobrina de su mujer en su domicilio de Palma. El hombre habría forzado a la menor a lo largo de esos meses a practicarle felaciones en seis ocasiones, sujetándole la cabeza para vencer su resistencia. Además, en otra ocasión, la penetró analmente.

El caso tardó casi dos décadas en salir a la luz, cuando la víctima, ya adulta, denunció los hechos. La Policía Nacional abrió una investigación y en febrero de 2014 detuvo al sospechoso. El juez de guardia decretó su ingreso en prisión preventiva. Además de los 25 años de prisión para el sospechoso, la fiscalía reclama que indemnice a la perjudicada con 24.000 euros por los daños morales que le ocasionó. El juicio se celebrará el próximo jueves.