Encerrados bajo llave de madrugada y sin teléfono. Así dejó un hombre a sus tres hijos, de tres, seis y once años, en un domicilio de Inca para ir de fiesta. El padre ha sido condenado por un juzgado de lo penal de Palma a nueve meses de prisión por un delito de abandono temporal de menores, a los que además no podrá acercarse en el plazo de dos años. Los pequeños pasaron varias horas en la vivienda, sin poder salir ni comunicarse con el exterior. Según la sentencia, el episodio generó una situación de angustia y desesperación en el mayor de los niños al despertarse y comprobar que estaba solo junto a los otros dos menores.
Los hechos se remontan al sábado 25 de mayo de 2013. El acusado, que tiene ahora 37 años, tenía ese fin de semana a su cargo, como estipulaba el régimen de visitas, a sus hijos fruto de dos relaciones anteriores: una niña de 11 y dos niños de tres y seis.
El hombre decidió salir de fiesta esa noche pese a tener a su cargo a los tres pequeños. Antes de las once de la noche, los dejó acostados en su domicilio de Inca y se marchó. Los tres menores se quedaron dormidos, pero la hija mayor se despertó en mitad de la noche, según consta en la sentencia.
La niña descubrió que su padre se había ausentado y estaban solos. Además, la puerta principal de la vivienda estaba cerrada con llave y no tenía teléfono, por lo que no tenía posibilidad de pedir ayuda al exterior salvo gritando por una ventana.
Los tres menores pasaron varias horas encerrados en el inmueble antes de que su padre regresara. Los hechos fueron denunciados por la madre de uno de los niños y un juzgado de instrucción de Inca abrió diligencias para esclarecer lo ocurrido.
Angustia y desesperación
La hija mayor fue explorada por un psicólogo forense, que apreció el estado de angustia y desesperación que padeció al despertar y ver que estaba sola en la vivienda con los dos niños pequeños.
Concluidas las pesquisas, la fiscalía consideró que los hechos constituían un delito de abandono temporal de menores y solicitó para el acusado una condena de 15 meses de prisión.
Sin embargo, el ministerio público rebajó esta petición tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la defensa antes de la vista, celebrada en un juzgado de lo penal de Palma.
Tras el pacto, el procesado admitió los hechos, se confesó autor del delito de abandono temporal de menores y aceptó una pena de nueve meses de cárcel y nueve meses de trabajos en beneficio de la comunidad. Además, la sentencia le prohíbe acercarse a menos de 500 metros o comunicarse durante un periodo de dos años con cualquiera de los tres niños a los que dejó encerrados.
El fallo del juzgado de lo penal encargado del caso pone de relieve, como sostenía la fiscalía, que el hombre actuó con "dejación de sus obligaciones de cuidado, atención, vigilancia y custodia" de sus tres hijos.
