La pasada semana ha sido especialmente trágica en las carreteras mallorquinas. Un total de cinco personas han muerto en Mallorca en menos de siete días. El más dramático sin duda ocurrió el pasado lunes, cuando una familia alemana falleció al completo cuando se dirigía a un restaurante en Son Serra de Marina. El Volkswagen Polo giró sin percatarse de que una furgoneta circulaba en esos momentos por el carril contrario. El impacto fue brutal. El padre quedó aprisionado en el interior, la madre salió despedida y quedó junto al arcen y las dos hijas de la pareja, de siete y diez años, fallecieron también al momento. El siguiente accidente de tráfico mortal ocurrió el viernes en Artà, Una mujer de 73 años fue arrollada por un coche al cruzar un paso de peatones.