La Guardia Civil de Tráfico está investigando si el sol deslumbró al conductor del coche implicado en el accidente con cuatro muertos ocurrido anteayer en Son Serra de Marina. El siniestro se produjo en un tramo recto y con aparente buena visibilidad, por lo que las pesquisas se centran en aclarar por qué el conductor del Volkswagen Polo invadió el carril contrario pese a la inminente llegada de una furgoneta, que se lo llevó por delante.

El conductor de este vehículo, que solo sufrió lesiones leves, explicó a los agentes que el turismo estaba detenido en la calzada y de pronto inició un giro a la izquierda, hacia un camino que lleva a un restaurante. La Guardia Civil baraja también la posibilidad de que los ocupantes del turismo estuvieran buscando el establecimiento, cuya vía de entrada no está señalizada, y el conductor se despistara e iniciara el giro sin comprobar si venía algún vehículo de frente.

Trágicas vacaciones

El accidente, el más grave ocurrido en Mallorca desde marzo de 1997, costó la vida a los cuatro ocupantes del Volkswagen Polo, una familia alemana que disfrutaba de dos semanas de vacaciones en la isla. Las víctimas, Hannes A., de 43 años, su mujer, Heike A., de 42, y sus dos hijas Lucía y Lea, de 7 y 10, procedían de la ciudad de Frisinga, en el estado de Baviera y a pocos kilómetros al norte de Múnich.

La familia llegó el pasado jueves y estaba alojada en un hotel de Santanyí. Habían alquilado un Volkswagen Polo para recorrer Mallorca y el pasado lunes se dirigían hacia la zona de Can Picafort. Hacia las tres menos cuarto de la tarde, el coche se detuvo en su carril, a la altura del kilómetro 13,8 de la carretera MA-12, la que une Alcúdia con Artà. El turismo realizó un giro hacia la izquierda, adentrándose en el carril destinado al sentido contrario y chocó frontolateralmente contra una furgoneta Renault Trafic.

Los cuatro ocupantes del coche fallecieron prácticamente en el acto debido al impacto. El conductor de la furgoneta, por su parte, solo sufrió lesiones leves. Los agentes de la Guardia Civil lo sometieron a una prueba para comprobar si había consumido alcohol o drogas, cuyo resultado fue negativo. El hombre se mostró muy afectado por lo ocurrido, al igual que varios miembros de los equipos de emergencias desplazados al lugar.

El siniestro provocó una gran movilización de medios. Al lugar se desplazaron varias ambulancias, dotaciones de los Bombers de Mallorca, patrullas de la Guardia Civil y efectivos de la Policía Local de Santa Margalida. La carretera estuvo cortada al tráfico durante varias horas, hasta que sendas grúas retiraron el coche y la furgoneta implicados en el siniestro.

El accidente es el más grave ocurrido en Mallorca en los últimos 19 años. El último con cuatro víctimas mortales en la isla se produjo el 2 de marzo de 1997, cuando los ocupantes de un Renault 4 fallecieron al estrellarse el coche contra una valla de la Vía de Cintura de Palma. Los fallecidos eran un grupo de amigos de entre 15 y 18 años que habían salido de fiesta esa noche.