Nuevo golpe contra la venta de productos falsificados en Mallorca. La Guardia Civil ha imputado a once presuntos miembros de una red que distribuía relojes, bolsos y carteras que imitaban a los de prestigiosas marcas en Son Servera y Cala Millor. Los investigadores, que han contado con la ayuda de peritos de las empresas afectadas venidos desde la península, cifran el fraude en unos 70.000 euros.

La operación, llevada a cabo por agentes del instituto armado de Manacor, se inició hace varias semanas al detectarse la venta de numerosos productos fraudulentos en el mercadillo de Son Servera, que se celebra todos los viernes. Las pesquisas de los investigadores apuntaron hacia dos grupos de ciudadanos senegaleses y chinos que actuaban en ese núcleo y en Cala Millor.

Puestos del mercadillo

Los guardias civiles constataron que en varios puestos del mercado se ofrecían relojes, bolsos, carteras y otros efectos que imitaban los modelos de reconocidas marcas. Representantes de estas compañías se desplazaron a Mallorca para colaborar en la investigación.

El operativo culminó el pasado viernes, cuando los agentes llevaron a cabo una inspección en el mercadillo de Son Servera. La Guardia Civil sorprendió a los vendedores y decomisó una importante cantidad de productos fraudulentos que estaban expuestos en los diferentes puestos.

Las pesquisas han culminado con la imputación de once personas, chinas y senegalesas, como supuestos miembros de esta red de distribución de falsificaciones. Todos están acusados de sendos delitos contra la propiedad industrial.

Los agentes encargados del caso estiman que habrían obtenido unos beneficios que rondan los 70.000 euros con la distribución de los productos fraudulentos, según explicaron a este diario fuentes conocedoras de la investigación.